Estrategias online de mediación parental en contextos familiares de España


RESUMEN

Este artículo explora las estrategias de mediación parental online en España y cómo los factores sociodemográficos y del contexto familiar se asocian con ellas. Se presentan los resultados de una encuesta realizada a una muestra de 2.900 menores españoles usuarios de Internet, entre 9 y 17 años encuestados a finales del año 2018. La incidencia de las diferentes estrategias de mediación parental en el uso de Internet se ha calculado atendiendo a factores sociodemográficas de los menores (edad y sexo). Mediante un análisis de asociación realizado con el programa de análisis estadístico SPSS se explora también la relación de la incidencia de las diferentes estrategias con las reglas de comportamiento y el apoyo familiar en el contexto del hogar percibidas por el menor. Las estrategias de mediación habilitantes y restrictivas tienen una presencia importante en las familias españolas, mientras que las técnicas tienen una presencia muy limitada. Es remarcable que las restricciones y las estrategias de seguridad, generalmente se aplican más a las niñas que a los niños. Las reglas del hogar relacionadas con el comportamiento de los menores se correlacionan positivamente con el aumento de incidencia de casi todas las estrategias, sin embargo, no existe una asociación significativa entre el apoyo familiar percibido por niños y niñas y las estrategias restrictivas y técnicas aplicadas por los padres y las madres.

Palabras clave

Internet, mediación, estrategias, comportamiento, familia, menores, padres y madres, intervención

Keywords

Internet, mediation, strategies, behavior, family, children, parents, intervention

ABSTRACT

This article explores online parental mediation strategies in Spain and their association with sociodemographic and family context factors. The results of a survey conducted at the end of 2018 are presented herein, based on a sample of 2,900 Spanish minors between 9 and 17 years of age who use Internet. The impact of the diverse parental mediation strategies applied to Internet use has been calculated by taking into account the sociodemographic factors of the participating minors (age and gender). Association analysis was performed using the SPSS statistical analysis programme. In this case, an extra analysis was carried out with regard to the relationship of influence between different strategies and the rules of behaviour and family support in the household context as perceived by the minor. Findings suggest that enabling and restrictive mediation strategies are very common in Spanish families, while technical mediation strategies have a very limited presence. It is noteworthy that restrictions and security strategies generally apply more to girls than to boys. Household rules related to the behaviour of minors have a positive correlation with an increase of influence of nearly all strategies. However, there is no relevant association between family support perceived by children and restrictive strategies and techniques applied by parents.

Palabras clave

Internet, mediación, estrategias, comportamiento, familia, menores, padres y madres, intervención

Keywords

Internet, mediation, strategies, behavior, family, children, parents, intervention

Introducción y estado de la cuestión

Internet, las redes sociales y los dispositivos móviles que forman parte del Internet de las cosas (Mascheroni & Holloway, 2019) son parte integrante de la vida cotidiana de la infancia, que cada vez accede a la red de forma más autónoma y se identifica más con su grupo de iguales (Ito et al., 2010; Shin & Lwin, 2017; Vincent, 2015). En la última década, los procesos de apropiación y domesticación de Internet y de otras tecnologías digitales de la comunicación en el seno de las familias españolas han variado sustancialmente desde el punto de vista de la mediación parental (López-de-Ayala & Ponte, 2016; Ramos-Soler et al., 2018; Torrecillas-Lacave et al., 2017).

La búsqueda de la «estrategia mágica» de mediación parental que permita al menor un máximo aprovechamiento de las oportunidades online a la vez que evitar los riesgos lesivos online es, tal y como propone O´Neill (2014), una «responsabilidad compartida» para los padres, las madres, el profesorado y otros agentes responsables de formular políticas o normas de regulación de Internet. Dichas regulaciones han de garantizar un entorno mediático que respete los derechos de los y las menores y que se adapte a sus necesidades y competencias, como a los valores y prioridades de los progenitores (Helsper et al., 2013; Mascheroni et al., 2016; Torrecillas et al., 2017).

La definición de «mediación parental» atiende a diversas interpretaciones dependiendo del enfoque utilizado para su estudio. Warren (2001: 212) la define como «cualquier estrategia que los padres y las madres usan para controlar, supervisar o interpretar el contenido de los medios de comunicación tanto para niños y niñas como para adolescentes». Sasson y Mesch (2019) la entienden como las variaciones de las diferentes interacciones que se establecen entre padres, madres, hijos e hijas en torno al uso y consumo de diferentes medios.

Este trabajo toma como referencia la clasificación de Livingstone et al. (2017), una evolución de modelos de estrategias de mediación previos (Livingstone et al., 2011) basados en la clasificación clásica de mediación parental para el uso de la televisión de Valkenburg et al. (1999). Esta propuesta de Livingstone et al. (2017) agrupa las estrategias en dos macro-categorías: la mediación habilitante (enabling) y la mediación restrictiva y añaden una nueva categoría que considera la agencia del menor como sujeto activo en la mediación parental en Internet solicitando y ofreciendo ayuda a los progenitores. Sobre esta base, este trabajo se plantea con dos diferencias. En primer lugar, no se analiza la agencia del menor como estrategia, para centrar el foco exclusivamente en las iniciadas por los progenitores. Y, en segundo lugar, se analiza de manera independiente la mediación técnica para obtener información específica del uso de las familias de mecanismos técnicos, aspecto relevante para poder promover campañas de concienciación (Ponte et al., 2019) en España, cuyos niveles de incidencia para estas estrategias son muy bajos (Martínez & Casado, 2018).

Otro aspecto fundamental en los últimos trabajos sobre mediación parental en Internet es el enfoque centrado en el menor child centered (Clark, 2011; Lobe et al., 2008; Smahel & Wright, 2014), desde una perspectiva que estima la posibilidad de divergencia entre adultos y menores, en relación a intereses y preocupaciones como su autonomía, privacidad, juego y derecho de autoexpresión (Shin & Lwin, 2017). Partiendo de este enfoque esta investigación tiene como objetivo explorar la incidencia de las estrategias de mediación (habilitante, restrictiva y técnica), teniendo en cuenta, por un lado, como factores predictores, la edad y el género del menor y, por otro, el establecimiento de elementos de control de comportamiento y el respaldo familiar percibidos por el menor en el contexto del hogar.

Resultados previos en España muestran que las características demográficas de los menores españoles (género y edad) influyen en la forma de mediar. En género se observa una mayor incidencia de la mediación en las niñas que en los niños (Düerager & Livingstone, 2012; Livingstone et al., 2011; Garmendia et al., 2016; Ramos-Soler et al., 2018; Smahel et al., 2020.) que se atribuye a una mayor preocupación sobre estas y que se interpreta también como una «desventaja digital» (Bartau-Rojas et al., 2020; Hasebrink et al., 2011). En lo que a la edad respecta, los más pequeños reciben más mediación que los mayores mostrándose un reconocimiento por parte de los progenitores de las competencias digitales y de su resiliencia a los riesgos, así como de sus derechos a la privacidad y autonomía (López-de-Ayala et al., 2019, Martínez & Casado, 2018; Livingstone et al., 2017). Los patrones de relación entre los diferentes miembros del hogar, también pueden influir en la mediación parental (Dedkova & Smahel, 2019; Eynon & Helsper, 2015; López-de-Ayala et al., 2019; Shin & Li, 2017). Varios trabajos relacionan los estilos parentales-autoritario, autoritativo, permisivo y laissez faire, desde la doble perspectiva de niveles de control (o afecto) y de implicación (o afecto) de los progenitores (Baumrind, 1991) con los tipos de estrategias aplicadas online (Livingstone et al., 2017; Valkenburg et al., 2013). Concretamente, Eastin et al. (2006) y Valcke et al. (2010) evidencian que los progenitores autoritarios son los que más estrategias restrictivas aplican sobre sus hijos e hijas. En cambio, los estilos autoritativos y los permisivos están asociados con menos restricciones y tienden a combinar más estrategias, optando sobre todo por las activas.

Material y métodos

Los resultados de este trabajo se basan en una encuesta administrada en centros escolares a una muestra representativa de 3.107 niños y niñas de 9 a 17 años. La edad es deliberadamente amplia para poder observar el modo en el que se modifican las estrategias de mediación parental en las familias atendiendo al grado de madurez de los menores. Para la realización de las encuestas, se desplazó un entrevistador que permaneció en el aula mientras los entrevistados respondían al cuestionario. Para garantizar la representatividad a nivel nacional se eligieron las comunidades autónomas más pobladas: Madrid, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco y Extremadura.

Se seleccionaron 10 centros de titularidad pública y concertada en cada comunidad autónoma, menos en Extremadura, que fueron nueve. La muestra también se estratificó según el hábitat: el 80% de los centros se situaban en capitales y el 20% en municipios más pequeños. La titularidad de los centros escolares también se consideró, respetando la proporcionalidad entre los dos modelos predominantes en España: en Educación Primaria el 77,84% de los centros fueron públicos y el 22,16% concertados, y en Educación Secundaria el 60,37% de los centros fueron públicos y el 39,63% concertados. El trabajo de campo se realizó entre octubre y noviembre de 2018. En total, se encuestaron a estudiantes de 138 aulas completas, con dos aulas de diferentes cursos en cada centro.

Finalmente, se depuraron las entradas de menores que no habían declarado el sexo y de aquellos que no indicaban su edad o que eran mayores de 17 años, quedando la muestra reducida a 2.900 menores. Algo más de la mitad (51%) de los menores encuestados fueron niños y el 49% niñas. El 53% de los menores tenía entre 9 y 12 años y el 47% entre 13 y 17 años. El 98% de los niños y de las niñas vivían con su madre, con su padre o con ambos. El nivel de confianza de la encuesta fue del 95,5% y el error muestral de ± 1,87%.

Estos resultados forman parte de una encuesta más amplia sobre la relación de los menores con Internet que ha sido también desarrollada en 18 países europeos más y previamente se realizó también dentro del proyecto de investigación internacional Global Kids Online. La encuesta original se sometió a diferentes pruebas cognitivas de cara a corroborar su validez. En una primera fase se hicieron 20 entrevistas (14 con niños y niñas y 6 con padres y madres) en Inglaterra a través del cuestionario original en inglés. Una vez realizados los ajustes necesarios se tradujeron los cuestionarios a los idiomas de los diferentes países que formaron parte de la investigación y se realizaron cuatro entrevistas adicionales a menores de diferentes franjas de edad para asegurar que todas las cuestiones planteadas eran correctamente comprendidas. Antes del trabajo de campo se realizó una encuesta piloto para poder comprobar todos los procedimientos de la encuesta.

El cuestionario (2017-18) ha sido revisado teniendo en cuenta todos los avances tecnológicos y validado mediante test previos con menores de diferentes edades. Los cuestionarios empleados, así como una información más completa sobre su desarrollo pueden encontrarse en www.eukidsonline.net. Antes de realizar las encuestas se solicitó la colaboración y aprobación de la dirección del centro y se obtuvo también el permiso de los progenitores. El investigador informó a los niños y a las niñas sobre el objetivo y el protocolo del estudio. Se les indicó que tenían derecho a negarse a participar o a retirarse en cualquier momento. Su anonimato fue respetado durante todo el proceso y en el cuestionario se incluyeron las respuestas «no sé» o «prefiero no contestar» por si algún menor se sentía incómodo con las cuestiones planteadas. Los datos presentados en este artículo se han obtenido a partir del procesamiento mediante el programa SPSS y la realización de pruebas de asociación de variables por medio del análisis estadístico no paramétrico chi-cuadrado. En los casos en los que se ha trabajado con tres variables se ha hecho el análisis a través del procedimiento de neutralización de variables. Las variables de «respaldo del menor en el hogar» y «normas de comportamiento» del menor en el hogar sobre las que gira una parte del análisis que se presenta se han construido a partir de las respuestas de los menores a diferentes preguntas planteadas en el cuestionario. Para valorar que el menor se sienta respaldado en su hogar se le pregunta «¿Hasta qué punto son ciertas estas afirmaciones que te planteamos sobre tu hogar y tu familia?» sobre tres afirmaciones: 1) «Cuando hablo en casa alguien escucha lo que digo»; 2) «Mi familia trata realmente de ayudarme»; 3) «Me siento seguro en casa».

A efectos de esta investigación se estima que existe un respaldo familiar cuando el menor responde al menos a dos de las tres preguntas, que se trata de afirmaciones ciertas o muy ciertas. El 88,8% de los menores responde afirmativamente, frente al 11,2% que no reconoce ninguna o solamente una de estas formas de respaldo. De manera similar, cuando se habla de menores que tienen normas de comportamiento se tienen en cuenta hasta qué punto estas afirmaciones son ciertas para el menor: 1) «Mi padre/madre/cuidador/a valora mi buen comportamiento»; 2) «Mi padre/madre/cuidador/a establece reglas sobre lo que puedo hacer».Se considera que hay una respuesta afirmativa cuando el menor responde que ambas cuestiones suceden siempre o de manera muy frecuente (61,6% de los casos frente a 38,4% que lo afirma en ninguna o solo en una de las cuestiones).

Análisis y resultados

En general, la incidencia de las estrategias habilitantes -relacionadas con un uso positivo de Internet y que incluyen formas de mediación activa y de seguridad online- es más alta que la de las mediaciones restrictivas y técnicas. La frecuencia de la incidencia de todas las estrategias es mayor para los menores de más edad.

La mediación habilitante (enabling)

En la mediación habilitante (Tabla 1) (estrategias de carácter fundamentalmente comunicativo y de promoción o ayuda a la seguridad en Internet del menor), se pueden señalar dos aspectos relevantes. En primer lugar, en todas las estrategias hay una asociación significativa (aunque no en todas las franjas de edad) entre el género y la incidencia de la mediación salvo para la estrategia «animar a descubrir cosas en Internet» que, si bien no está muy extendida (aproximadamente solo para uno de cada cinco menores), tiene mayor incidencia entre los niños que entre las niñas. En el resto de las mediaciones hay una mayor incidencia entre las niñas que entre los niños, más acentuada en la franja de 13 a 17 años. Es decir, en aquellas estrategias más directamente vinculadas a la seguridad en Internet, las niñas reciben más mediación, mientras que se anima a los niños a «descubrir y a aprender nuevas cosas en Internet» con mayor frecuencia que a las niñas.

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Estos resultados sugieren que, en el caso de las niñas, la incidencia de estas mediaciones es mayor y además se mantiene más en el tiempo. En lo que respecta a la relación entre las estrategias de mediación habilitante y la presencia en el hogar de normas de comportamiento y de respaldo familiar, la Tabla 2 muestra una asociación significativa en todos los casos (,000 en todos los casos).

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La presencia, tanto de las normas como del respaldo familiar se asocia con una mayor incidencia de todas las mediaciones. La distribución de porcentajes muestra también cómo en todos los casos en los que el menor recibe normas de comportamiento o respaldo familiar la incidencia de las mediaciones es superior a la de aquellos hogares en los que el niño o la niña no percibe la presencia de esas normas o ese respaldo.

Así, por ejemplo, se puede señalar cómo en aquellos hogares en los que el menor siente ese respaldo familiar, al 48,8% se le sugiere formas seguras de usar Internet mientras que, en aquellos hogares en los que el menor no siente ese respaldo el porcentaje desciende hasta el 28,6%. Se trata de una diferencia reseñable ya que la incidencia media de esta mediación, tal y como se muestra en la Tabla 1, es del 42,6%.

De manera similar, en los hogares en los que se detectan más normas de comportamiento, al 55,1% de los niños y niñas les sugieren formas seguras de usar Internet y al 30,6% no. Esto sugiere una consistencia entre las normas aplicadas online por los padres o madres y las establecidas en el contexto familiar, así como en el apoyo ofrecido a sus hijos o hijas.

Aquellos hogares en los que el menor percibe que sus progenitores hablan más con ellos sobre lo que hacen online y les ofrecen consejos sobre cómo usar Internet o los animan a descubrir nuevas cosas online, también perciben más normas de comportamiento y un mayor respaldo familiar. En cualquier caso, la importante presencia de normas y respaldo familiar percibida por los niños y las niñas frente a la presencia más reducida de estas mediaciones hace que haya porcentajes muy altos de menores que, a pesar de tener esas normas y recibir ese respaldo no experimentan las mediaciones habilitantes.

La mediación restrictiva

Las estrategias de mediación restrictiva presentan un patrón similar. A medida que la edad de los niños y las niñas aumenta, la incidencia de las restricciones decrece, con una asociación significativa (p. ,000) tanto en el caso de las niñas como de los niños. En la Tabla 3 se puede ver cómo entre las dos franjas de edad aumenta el número de menores que tienen permiso para realizar estas actividades y, por lo tanto, decrece el porcentaje de las restricciones.

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En lo que al género se refiere, si bien solo se encuentra una asociación significativa en el caso del permiso para el uso de la cámara entre menores de 9 a 12 años, sí aparecen algunas diferencias reseñables. En la franja de 9 a 12 años el porcentaje de niños a los que se les permite desarrollar las diferentes actividades es superior al de niñas, mientras que en la franja de 13 a 17, estos porcentajes prácticamente se igualan. Estos resultados sugieren que los padres o madres desarrollan una estrategia más enfocada a la protección en el caso de las niñas que de los niños prohibiendo que desarrollen actividades que consideran que pueden ser potencialmente perjudiciales para ellas, especialmente en las edades más tempranas.

En aquellos hogares españoles en los que existen más normas, el porcentaje de menores con permiso para el uso de estas tecnologías es inferior al de aquellos hogares con menos normas, dándose una asociación significativa en todos los casos salvo en el uso de la cámara del móvil o del ordenador. La media de los menores con permiso para usar la cámara del móvil o del ordenador siempre es del 45,2%, entre los y las menores con normas este porcentaje desciende al 42,6% y entre los que no tienen asciende al 48,1%. Entre quienes tienen normas el 61,3% puede realizar descargas de música o películas frente al 67,5% que puede hacerlo entre quienes no tienen normas, siendo el porcentaje medio de quienes tienen permiso del 64%. Finalmente, el 47,1% de quienes tienen normas puede usar las redes siempre, porcentaje inferior al 57,1% que puede hacerlo entre quienes no tienen normas, frente a la media de 51,4% (Tabla 4).

Sin embargo, en relación a la sensación de respaldo familiar no se observa ninguna relación significativa con la imposición de normas para el uso de las tecnologías. En todos los casos se dan unos porcentajes muy similares entre aquellos menores que responden afirmativamente en las cuestiones vinculadas al apoyo familiar y los que no.

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La mediación técnica

Dentro del uso de las estrategias técnicas de mediación no se da ninguna asociación significativa en relación con el género, aunque sí se observa un descenso significativo con la edad tanto en niños como en niñas en el uso de «programas de control o bloqueo de determinados contenidos online» y de «programas de seguimiento del contenido o aplicaciones». El único caso en el que este descenso no resulta significativo es en el uso de tecnología «para rastrear donde están los menores» (Tabla 5).

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La existencia de normas en el hogar tiene una relación significativa con el uso por parte de los padres y de las madres de herramientas para monitorizar lo que hacen sus hijos e hijas en Internet o incluso las propias actividades del menor más allá de la red mediante el uso de la tecnología mediante el uso de aplicaciones de rastreo para localizar al menor. Si bien, la presencia de estas técnicas no es muy alta en España, en todos los casos se da una mayor presencia de las mismas en los hogares en los que hay más normas (Tabla 6).

El porcentaje medio de uso de programas de control o bloqueo de determinados contenidos online es del 15,4%. En los hogares en los que los niños y las niñas perciben más normas llega al 18,9% y desciende al 12,3% cuando hay menos normas. En el uso de programas de seguimiento del contenido o apps, la incidencia media es del 13%. En los hogares con normas el porcentaje asciende hasta el 15,9%, mientras que en los que hay menos normas baja al 10,2%. Finalmente, las herramientas para rastrear la ubicación se usan en un 14,3% de los hogares, porcentaje que llega al 16,9% cuando hay más normas y baja al 12,1% cuando hay menos.

Por el contrario, la variable de respaldo familiar que siente el menor no es significativa en ningún caso y los porcentajes de la presencia de estas estrategias de mediación son muy similares.

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Discusión y conclusiones

En consonancia con resultados previos para España (Bartau-Rojas et al., 2020; Garmendia et al., 2011; Garmendia et al. 2016; López-de-Ayala et al., 2019; Martínez, 2018; Martínez & Casado, 2018; Ramos-Soler et al., 2018) y, tal y como apuntan Livingstone et al. (2017), respecto a otros países europeos, las madres y los padres españoles prefieren la mediación habilitante a la restrictiva o técnica.

Coincidiendo con evidencias previas para el contexto español se ha detectado una mayor incidencia de la mediación en las niñas que en los niños (Bartau-Rojas et al., 2020; Martínez, 2018; Martínez & Casado, 2018), sobre todo para estrategias restrictivas y habilitantes relacionadas con la seguridad en Internet (Garmendia et al., 2016). Esto puede interpretarse como una mayor preocupación de los progenitores por la seguridad online de sus hijas que también puede implicar una situación de desventaja digital para ellas y ha de tenerse en cuenta en el diseño de políticas inclusivas de educación digital. Con la edad, la incidencia de las estrategias de mediación disminuye (Dürager & Livingstone, 2012; Helsper et al., 2013; Sonck et al., 2013). Esto puede ser un indicador de un mayor respeto por la privacidad y autonomía de los menores de mayor edad y también por considerarlos más hábiles digitalmente (López-de-Ayala et al., 2019; Ramos-Soler et al., 2018).

Los resultados también muestran una vinculación de factores contextuales del hogar con la mediación online. A más presencia de normas en el hogar, más nivel de incidencia en todas las estrategias. Esto indica que aquellos padres y madres que ejercen más control offline, también lo hacen en el contexto online. Concretamente, se ha detectado una diferencia significativa entre las estrategias habilitantes y los hogares en los que el menor percibe que hay más normas de comportamiento y también mayor respaldo familiar. Estos resultados, en consonancia con la literatura existente (Clark et al., 2011; Shin & Li, 2017; Shin & Lwin, 2017; Valcke et al., 2010; Valkenburg et al., 2013) son relevantes para el contexto español en cuanto a que el sentimiento de respaldo del menor en el hogar y su percepción sobre las normas impuestas se vincula positivamente con aquellas mediaciones en las que existe una relación de comunicación con la familia y con un aprovechamiento de las oportunidades online.

Los resultados para las estrategias restrictivas y técnicas marcan una tendencia diferente. Mientras que las restricciones y mediación técnica están relacionadas con más normas en el hogar, no hay relación significativa entre restricciones y mediaciones técnicas y la percepción de respaldo familiar. Estos resultados no son demasiado alentadores para el contexto español ya que las restricciones, además de ir en detrimento de un aprovechamiento de las oportunidades, se aplican más en aquellos hogares donde el menor detecta una falta de apoyo familiar. Esto evidencia la importancia de hogares basados en el concepto de familia democrática y con modelos de mediación a distancia o deferencia que apuntan López-de-Ayala et al. (2019) en los que existe un clima de respaldo hacia el menor y un control de su comportamiento ya que estos aspectos están relacionados con una mediación online más positiva para el menor.

Para el contexto español siguen siendo necesarias iniciativas de alfabetización digital dirigida a los padres, las madres y los menores que incidan en la importancia de las estrategias habilitantes (Helsper et al., 2013; O´Neill, 2014) y con especial énfasis para las niñas (Bartau-Rojas et al., 2020; Smahel et al., 2020) y evitar así posibles desventajas digitales.

Como limitación hay que señalar que los datos presentados provienen de encuestas a menores y no a padres y madres. Aunque algunos estudios señalan que las respuestas de los progenitores pueden sobreestimar su verdadera actividad de mediación en una búsqueda de la aceptación social (Rideout et al., 2010), en el caso de los adolescentes se apunta a una subestimación de la incidencia de las estrategias de mediación para evidenciar un mayor grado de independencia sobre sus padres (Ergin & Kapci, 2019).

Esta investigación aporta nuevas evidencias en relación al contexto de la familia y su influencia en las mediaciones online que muestran la complejidad del proceso de mediación y apuntan a la necesidad de profundizar en el estudio de la eficacia de estas estrategias, a través del análisis multivariante, centrado sobre todo en la promoción de oportunidades para el menor.1