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Revista Comunicar 34: Músicas y pantallas (Vol. 17 - 2010)

Gustos musicales: De una sociología de la mediación a una pragmática del gusto

Loving music: From a sociology of mediation to a pragmatics of taste

Abstract

Esta contribución ilustra el gusto musical como un logro significativo y una actividad situada, con sus trucos y artimañas, en lugar de reducirla a un juego de identidad y diferenciación social. El gusto es una modalidad problemática de vinculación al mundo. En esta concepción pragmática, se analiza como una actividad reflexiva, corpórea, estructurada, colectiva, equipada, dependiente de los sitios, los momentos y los dispositivos; lo que simultáneamente produce las competencias de un amante de la música y un repertorio de objetos. Explicar el gusto exige que el sociólogo se concentre en los gestos, los objetos, los cuerpos, los medios, los dispositivos y las relaciones involucradas. El gusto es un comportamiento. Reproducir, escuchar, grabar, hacer que otros escuchen música… todas esas actividades vienen a ser algo más que la realización de un gusto que «ya existía». Todo ello se redefine durante la acción y el resultado es, en parte, incierto. Así, la vinculación de los aficionados y la forma de hacer las cosas se combinan, forman subjetividades y tienen una historia que no se puede reducir a la de las obras. Entendido de esta manera, como trabajo reflexivo conducido sobre la base de las vinculaciones propias, el gusto del aficionado ya no se considera una elección arbitraria que es explicada por razones sociales ocultas. Más bien, es una técnica colectiva, cuyo análisis ayuda a entender la manera en la que nos hacemos sensibles a las cosas, a nosotros mismos, a las situaciones y los momentos, mientras en paralelo controla reflexivamente la forma en que esos sentimientos pueden ser compartidos y discutidos con los demás.

This contribution provides an account of musical taste as a meaningful accomplishment and a situated activity, with its tricks and bricolages, instead of reducing it to a game of social difference and identity. Taste is a problematic modality of attachment to the world. In such a pragmatist conception it is analyzed as a reflexive activity, corporeal, framed, collective, equipped, depending on places, moments and devices, which simultaneously produces the competencies of a music lover and a repertoire of objects. To be explained, it needs the sociologist to concentrate on gestures, objects, bodies, media, devices and relations engaged. Taste is a performance. Playing, listening, recording, making others listen…, all those activities amount to more than the actualization of a taste «already there». They are redefined during the action, with a result that is partly uncertain. Thus amateurs’ attachments and ways of doing things both engage and form subjectivities, and have a history, irreducible to that of the works. Understood in this way, as reflexive work performed on one’s own attachments, the amateur’s taste is no longer considered an arbitrary election to be explained by hidden social causes. Rather, it is a collective technique, whose analysis helps to understand the way we make ourselves sensitized, to things, to ourselves, to situations and to moments, while simultaneously reflexively controlling how those feelings might be shared and discussed with others.