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Revista Comunicar 36: La televisión y sus nuevas expresiones (Vol. 18 - 2011)

Hacia una nueva conceptualización evolutiva de la comunicación «cultural»

Communicating culture: An evolutionary explanation

Abstract

Ya sea reunidos alrededor de una fogata, viendo TV o sentados frente a la pantalla del computador, las presiones de la selección natural darwiniana han forzado a los individuos a ceñirse a cerrados patrones de interdependencia, los que a su vez han sido estructurados mediante lazos comunicacionales. ¿Puede ser analizado este hábito de compartir información de nuestra especie desde una perspectiva más amplia y, eventualmente, fomentar una mayor armonía para toda la Humanidad? Los autores sostienen que la respuesta a esta pregunta es afirmativa. La cultura proporciona el espacio necesario para la negociación y el cambio social, y la habilidad de comunicación avanzada es el medio por el cual este trabajo cultural necesario se logra perpetuamente. Una comprensión no-determinista de la cultura debe ser reconocida desde el principio. La vida cultural difiere mucho de las condiciones biológicas; incluso bajo circunstancias represivas, la cultura no evoluciona de la misma manera que las infecciones virales devastan los cuerpos biológicos o los ordenadores. Así los avances tecnológicos en la comunicación simplemente no refuerzan e intensifican verticalmente los mensajes culturales dominantes, como sostienen las teorías del imperialismo, la transmisión memética, o el contagio social. La marcha del desarrollo cultural, durante los pasados 10.000 años, ha sido particularmente rápida, comparada con cualquier otro lapso desde que los homínidos se separaron de nuestro común ancestro con los chimpancés, hace millones de años. La habilidad única de nuestra especie como comunicadora, en el dinámico entorno tecnológico y cultural actual, es una esperanza real para recuperar las afinidades primordiales que nos unen como seres humanos.

Whether gathering around bonfires, watching TV, or sitting in front of computer screens, the pressures of Darwinian natural selection have forced individuals into tight patterns of interdependency, welded together by communication links. Can the information-sharing behavior of our species ever be brought into broader perspective and eventually foster greater harmony for all humankind? The authors argue that the answer to this question is «yes». Culture provides the necessary space for social negotiation and change. Advanced communication ability is the means by which this necessary cultural work is perpetually accomplished. A non-deterministic understanding of culture must be acknowledged from the outset. Cultural life differs greatly from biological conditions. Even under repressive conditions, culture is not determined the same way viral infections ravage biological bodies or computers. Technological advances in communication do not simply reinforce and intensify top-down, dominant cultural messages as theories of imperialism, memetic transmission, or social contagion contend. The pace of cultural development over the past 10,000 years has been particularly fast compared to any other time since hominids split from our common ancestor with chimpanzees millions of years ago. Our species’ unique skill as communicators in the dynamic technological and cultural environment of today offers real hope for retrieving the primordial affinities that unite us all.