Las «otras noticias» y los telediarios españoles:
una propuesta de análisis

«Other news» and spanish news:
an analysis's proposal

 

Patricia Digón Regueiro
A Coruña (España)

     
             
             
     

RESUMEN

     
     

En la llamada sociedad de la información, la generación, el procesamiento y la transmisión de información se han convertido en las principales fuentes de productividad y poder (Marí Sáez, 2002:34). Los avances tecnológicos con la fusión de la informática y las telecomunicaciones permiten que grandes cantidades de información se puedan transmitir de forma instantánea de un extremo a otro del planeta. Sin embargo, y a pesar de esta gran abundancia de información, además de la abundancia de medios que la transmiten, la pregunta que más se repite sigue siendo ¿estamos realmente informados?

La información, principal materia prima en esta sociedad, es una mercancía que se compra y se vende constituyendo uno de los negocios más rentables en la actualidad. El interés por controlar este mercado junto con la desregulación del sector de las comunicaciones ha favorecido el surgimiento de grandes corporaciones multinacionales que controlan muchos sectores de actividad relacionada con la comunicación. Esta situación ha provocado, tal como explica Ignacio Ramonet (1998), cambios en algunos de los conceptos básicos del periodismo. Cierta información es más rentable que otra y es aquello que se puede mostrar en imágenes, a ser posible espectaculares con altas dosis de violencia y drama, lo que se convierte más fácilmente en noticia. El medio televisivo sigue teniendo la supremacía imponiendo sus reglas a los otros medios.

Entre los distintos géneros televisivos este estudio se centrará en el análisis de los telediarios ya que estos se pueden considerar como la principal fuente de información para la mayor parte de los ciudadanos (Burton, 2002:181). La mayor parte de los televidentes aceptan y creen la información que se les presenta en los telediarios y por ello debemos preguntarnos sobre lo que se nos transmite. El género del telediario, con sus rutinas de producción, su estructura rígida e invariable, su necesidad de simplificar y sintetizar gran cantidad de información en el tiempo establecido y su dependencia de las audiencias y la publicidad, está sujeto más a las leyes del espectáculo que a la exigencia del análisis riguroso y profundo de la realidad. Las noticias son construidas como la ficción (Burton, 2002:185). Se busca más entretener y provocar emociones que ofrecer una explicación adecuada de los acontecimientos que no niegue su complejidad, que remita a las causas y a los contextos en los que estos sucesos se producen.

Como parte de las prácticas y discursos dominantes del periodismo televisivo en esta investigación se hablará de las llamadas «noticias blandas» (Ramonet, 1998) u «otras noticias» (John Langer, 2000), entendidas éstas como aquella información que se incluye en los telediarios y que tiene que ver con asuntos que se pueden considerar «menos serios» y no relacionados con cuestiones políticas, económicas y sociales de importancia. Se mostrará si las llamadas «otras noticias» ocupan un importante espacio de tiempo en los telediarios de distintas cadenas televisivas españolas tanto públicas como privadas, si estas noticias pueden ser clasificadas en una serie de categorías relativamente estables que responden a los valores dominantes del periodismo actual y si cumplen un papel importante en la reproducción del orden social existente. Las conclusiones de este estudio ofrecerán ciertas respuestas a la pregunta que nos planteábamos al principio, ¿estamos realmente informados en la sociedad de la información?
     
      ABSTRACT      
     

The information society has seen the power of the media increase in size and influence. Advances in technology allow for the instantaneous transmission of vast amounts of information across the planet. However, despite the amount of information and media resources available, many of us question the extent of how informed we really are. Among the range of media, television holds supreme and imposes its rules on other media forms. Within this study the television genre of the news is analysed focusing on the role of the so called «soft news» or «other news» along with the function they perform in the transmission of the dominant social values.

     
      DESCRIPTORES/KEYWORDS      
     

Sociedad de la información, medios de comunicación, telediarios, «noticias blandas».

Information society, communication media, news, «soft news».

 

     
     

 

Un día cualquiera en la vida de un hombre de mediada edad, blanco y residente en cualquier país del mundo Occidental: suena la alarma de mi móvil y me levanto, me preparo el desayuno y reviso mi agenda electrónica. Hago zapping durante unos minutos y veo algunos fragmentos de distintos programas de noticias de los canales internacionales y nacionales de mi televisión digital mientras tomo mi desayuno. Salgo de casa, voy a la parada de autobús donde veo el tiempo que falta para que pase mi número en la pantalla electrónica. Me subo al autobús y mando un mensaje a un amigo con mi móvil. Hay mucho tráfico, me da tiempo a conectarme a Internet con mi móvil de tercera generación y ver los goles de los partidos de fútbol del fin de semana. Llego a la oficina, comienzo a trabajar en mi ordenador procesando información financiera y preparando informes financieros. En mi descanso como algo mientras me conecto a Internet, también leo algunos periódicos digitales, el de mi ciudad, uno de tirada nacional y también reviso algún diario de la prensa internacional. Termino mi trabajo por hoy, vuelvo a casa. Por la noche me conecto a Internet y sigo con mi master on-line de una universidad virtual. Antes de acostarme me conecto por videoconferencia con mis primos y tras una larga charla por fin me voy a dormir muy cansado después de un largo día».

¿Cuántos datos e información ha recibido, procesado y transmitido este hombre a lo largo del día? ¿Es por esto por lo que muchos consideran que nuestra sociedad puede definirse como la sociedad de la información?

En esta sociedad de la información, la generación, el procesamiento y la transmisión de información se han convertido en las principales fuentes de productividad y poder (Marí Sáez, 2002: 34). Los avances tecnológicos con la fusión de la informática y las telecomunicaciones permiten que grandes cantidades de información se puedan transmitir de forma instantánea de un extremo a otro del planeta. Sin embargo, y a pesar de esta gran abundancia de información, además de la abundancia de la abundancia de medios que la transmiten, la pregunta que más se repite siguen siendo ¿estamos realmente informados? Sin duda estamos ante la gran paradoja de la que nos habla Ignacio Ramonet (1998), en la era de la comunicación global estamos cada vez más desinformados. La abundancia de información puede entrañar desinformación, ya que no sólo podemos no echar en falta lo que falta sino que mucha de esta información se nos presenta de forma fragmentada y descontextualizada. Estar informado cuesta trabajo y requiere tiempo (Ramonet, 1998:25).

En este artículo se intentará dar respuesta a esta paradoja prestando especial atención a la información que se transmite en los telediarios. Centrándonos en los telediarios emitidos en las cadenas públicas y privadas de la televisión española se analizará aquello que muchos conocen como «otras noticias» o «noticias blandas», las cuales no sólo tienen un peso cada vez mayor en este género televisivo sino que, como veremos, cumplen una función ideológica importante y pueden ayudarnos a contestar a la pregunta que nos hemos hecho: ¿estamos realmente informados en la llamada sociedad de la información?

1. Medios de comunicación, corporaciones e información rentable

La información, principal materia prima en esta sociedad de la información, es una mercancía que se compra y se vende constituyendo uno de los negocios más rentables en la actualidad. El interés por controlar este mercado junto con la desregulación del sector de las comunicaciones ha favorecido el surgimiento de grandes corporaciones multinacionales que controlan muchos sectores de actividad relacionada con la comunicación. Así, corporaciones como TimeWarner ofrecen servicios y productos que van desde la televisión por cable y satélite (TimeWarner Cable), la producción audiovisual de películas, dibujos animados, programas de televisión, etc. (Warner Bros. Entertainment), editoriales de libros y revistas (TimeInc.), compañías de música, parques temáticos, servicios de Internet (America Online), etc. En España el grupo Prisa posee distintas emisoras de radio como la Ser, M80, cadena Dial, los 40 principales, Radiolé; prensa escrita como El País; canales de televisión como Canal + o Localia y de televisión digital como Canal Satélite Digital; editoriales como el Grupo Santillana, Alfaguara, Altea o Taurus; revistas como el diario As, Cinemanía, Cinco Días, Rolling Stones; servicios de Internet como elpais.es o M80 digital; producciones y distribuciones audiovisuales como Sogecine, Sogepaq, Warner Sogefilms; agencias publicitarias como gdm; prensa y radio internacional como el diario boliviano La Razón o Radio Caracol; etc. Junto con el grupo Prisa en nuestro país también se podría hablar de otras corporaciones de los medios como Telefónica, el Grupo Voz, el Grupo ABC o el Grupo Correos. Estos son sólo algunos ejemplos que clarifican el panorama complejo que presentan los medios de comunicación, muy alejada de la visión simplista y maniquea del pasado. En este complejo panorama nos preguntamos cuestiones como ¿ha favorecido una mayor diversidad de mensajes y puntos de vista la desregulación del mercado de los medios con el surgimiento de un gran número de canales televisivos, emisoras de radio, diarios, etc. o podríamos decir que la variedad no lleva consigo la pluralidad ni la diversidad?

Estas macroempresas de los medios de comunicación tienen como principal objetivo el competir entre sí para alcanzar mayores cuotas de audiencia con un intento claro por controlar el rentable mercado de los medios. La lucha por las cuotas de audiencia los lleva a establecer constantes fusiones lo que favorece el surgimiento de nuevos monopolios. La existencia de estos monopolios hace que ante la anterior pregunta podamos quizá responder que esta abundancia de medios no lleva consigo la transmisión de una diversidad de mensajes y puntos de vista sino que en realidad nos ofrecen una información poco variada y determinada por criterios de rentabilidad. Lo que sí podemos afirmar es que las grandes corporaciones de los medios son las principales encargadas de transmitir los valores ideológicos dominantes y los puntos de vista de aquellos que detentan el poder, tal y como explica Noam Chomsky los medios de comunicación dominantes cumplen la función de fabricar o manufacturar el consenso creando las ilusiones necesaria para controlar la opinión pública. ¿Van acaso estas grandes corporaciones a cuestionar el sistema que les permite existir como tales?

Para muchos el poder de los medios de comunicación en la sociedad de la información es cada vez mayor ya que son ellos los que determinan la información a la que podemos acceder y definen además lo que debemos pensar sobre esa información que transmiten. Ignacio Ramonet (1998) afirma que los medios se han convertido en el segundo poder después del económico y por delante del político y Eduardo Giordano (2000) considera que forman parte del primer poder, el económico.

La liberalización del campo de los medios junto con los cambios que se han producido a nivel tecnológico con la unión de la informática y las telecomunicaciones han producido, como explica Ignacio Ramonet (1998), cambios en algunos de los conceptos básicos del periodismo. Ramonet (1998:21) explica que informar es ahora transmitir la imagen en directo en lugar de ofrecer una descripción precisa y verificada sobre el acontecimiento mostrando las causas y contexto del mismo. Lo que se considera actualidad es aquello que se puede ofrecer en imágenes y en directo. La veracidad de la información se define en base a su repetición en distintos medios y su posibilidad de producir emociones en la audiencia. Cierta información es más rentable que otra y en la sociedad de la información donde se impone la cultura de la imagen es aquello que se puede mostrar en imágenes, a ser posible, imágenes espectaculares con altas dosis de violencia y drama, lo que se convierte más fácilmente en noticia. El medio televisivo sigue teniendo la supremacía imponiendo sus reglas a los otros medios, incluso a pesar del fortísimo impacto que están teniendo las nuevas tecnologías, las cuales se han llevado a algunas de las audiencias de la televisión al mundo de los ordenadores y también han transformando la propia televisión dotándola de nuevos servicios «interactivos». En este medio televisivo y en cualquiera de sus géneros prima el espectáculo, el principal fin es divertir a las audiencias evitando así que cambien de canal. Tal y como explica Pierre Bourdieu (2000:25), el principio que guía la selección de la información en la televisión es la búsqueda de lo sensacional y espectacular incitando a la dramatización.

Entre los distintos géneros televisivos (series, documentales, espacios deportivos, cine, etc.) la investigación que se presenta a continuación, se centra en el género de los telediarios ya que estos se pueden considerar como la principal fuente de información para la mayor parte de los ciudadanos (Burton, 2002:181), por lo que el análisis crítico de este género resulta indispensable. La mayor parte de los televidentes aceptan y creen la información que se les presenta en los telediarios y por ello debemos preguntarnos sobre estos contenidos que se nos transmiten. Por otra parte, es importante tener en cuenta que el telediario es un espacio en el mundo televisivo de los más rentables ya que atrae a un gran número de audiencias. La mayor parte de la gente afirma que es este medio el que utilizan en mayor medida para informarse de lo que ocurre. Como explica Ramonet (1998) el telediario interesa tanto a las agencias publicitarias como a los políticos pero, para el autor, este programa televisivo está sujeto a varias limitaciones, por una parte, tiene que ser comprensible para audiencias muy variadas, por otra parte, tiene que conseguir mantener interesada a la audiencia a lo largo de todas las secciones y, por último, tiene que presentar gran cantidad de información en poco tiempo. Este último aspecto conlleva que esta información que se presenta en los telediarios se muestre de forma fragmentada, simplificada, descontextualizada y reducida a ciertas frases claves y a una serie de imágenes impactantes. Las noticias expuestas como historias con introducción o conflicto, desarrollo o nudo y final o desenlace se organizan y concatenan para mantener al telespectador intrigado e interesado. Todo recurso que sirva para entretener al espectador es tenido en cuenta a la hora de transmitir la información que, como se nos dice, representa «supuestamente» todo lo que realmente nos interesa saber de lo que ha pasado en un día. El presentador con carisma como «maestro de ceremonias» que da credibilidad a la noticia, que nos dice lo que ocurre y lo que debemos pensar sobre ello, que es admirado por su «supuesta» sabiduría, dominio del lenguaje, etc.; la puesta en escena con el cuidado del escenario, el recurso del directo, etc.; la concatenación de las historias con momentos de calma e impactos dramáticos, la imagen dramática; la anécdota; el final feliz; la historia personal; el comentario de la víctima, del testigo, de la autoridad, etc.

En el telediario se transmiten los «supuestos» acontecimientos que han tenido lugar un día y a su vez se transmite la forma en que debemos entender estos acontecimientos. Es por ello que, como afirma Graeme Burton (2005:277) las «noticias» son inherentemente ideológicas ya que siempre constituyen una versión construida a partir de las fuentes de la información y una versión selectiva de los acontecimientos. Toda noticia pasa por los procesos de selección y construcción (Burton, 2002:182). En relación con las fuentes es importante tener en cuenta que, tal y como explica Len Masterman (1994: 134-135), la mayor parte de las fuentes de la información son fuentes oficiales, parlamento, ayuntamientos, policía, tribunales, casa real, ministerios, partidos políticos, sindicatos, ejército, etc. Además también es importante tener en cuenta que gran parte de las noticias que nos presentan los distintos canales televisivos, radios, prensa escrita, etc. provienen de las agencias de noticias nacionales e internacionales (EFE, Reuters, etc.).

Tal y como nos explica John Langer (2000), determinadas prácticas de creación y transmisión de las noticias defendidas bajo los imperativos profesionales del periodismo televisivo (visualización, actualidad, transparencia, fluidez, suavidad, narratividad, representación, perfección, consecuencia) se convierten en la forma «natural» de informar, construyendo determinados discursos dominantes que a través de sus contenidos y formas favorecen la transmisión ideológica. A pesar del aumento de medios que transmiten una variedad de «noticias», tal y como afirma Graeme Burton (2005:276) hay una serie de discursos que se mantiene en todas las distintas versiones de las noticias. Cierta información se valora más que otra, ciertas formas de transmitir esa información se ven como más apropiadas. Ciertos valores y discursos, los cuales forman parte de ciertas posiciones ideológicas y valores sociales más generales y presentes en otras instituciones sociales, se imponen sobre otros. Para Von Ginneken (1998 en Burton, 2005:282) una categorización de estos valores básicos presentes en las noticias podría ser la siguiente: en lo económico, el libre mercado; en lo social, el individualismo y la movilidad social; en lo político, el pragmatismo y la moderación; en cuanto al estilo de vida, el materialismo y la autonomía; y en lo ideológico, la defensa de la neutralidad.

Burton (2002:183-184) también hace referencia a una serie de valores generales que para él son «valorados» en el mercado de las noticias e influyen en la selección y el tratamiento de estas, como son los valores del negativismo (la historia relacionada con la tragedia y el drama), la cercanía a «casa», la actualidad, la continuidad (la historia que tenga una continuación), la simplicidad y personificación (la historia sobre una persona a ser posible famosa). Este negativismo tiene, para Burton (2005:297) unas implicaciones ideológicas ya que define lo que se debe entender como creencias y comportamientos inaceptables y los que deben verse como grupos sociales inaceptables. En relación con este negativismo y con la representación de ciertos acontecimientos como, por ejemplo, algunos tipos de crímenes, Burton afirma que presentación selectiva y exagerada de estos eventos en las noticias favorece la creación de los llamados «pánicos morales» y ciertos grupos sociales pueden ser demonizados como parte de estos pánicos creados por los medios. Además de estos valores, Burton (2005:293) también destaca como otro discurso y valor dominante en las noticias la idea de la democracia y del consenso. Para el autor en el discurso dominante de las noticias se transmite una determinada definición de democracia centrada en la idea de «una persona, un voto» y también se refuerza la idea del consenso. La idea de consenso se presenta siempre como inevitablemente necesaria en los sistemas democráticos y se suele prestar más atención a los puntos de vista opuestos que a las visiones intermedias. Para Burton (2005:293) esta idea de consenso es claramente ideológica ya que define lo que se debe considerar como la posición «razonable» y aboga por el acuerdo y el compromiso que permiten el mantenimiento del sistema.

Junto con estos valores y discursos dominantes que determinan lo que se selecciona como noticia a la hora de transmitir esas historias también existen otros valores que determinan la forma «valiosa» de transmitir la información. Entre ellos Burton (2002:184-185) señala el valor de la imagen, de la dramatización, del conflicto, aquello considerado «de interés humano» y el directo. A pesar de poder afirmar que ninguna comunicación puede entenderse como totalmente neutral (Burton, 2002:187) los telediarios hacen un determinado uso del lenguaje visual y verbal para transmitir la idea de autoridad, credibilidad y autenticidad (forma de vestir y de hablar del presentador, reportero en el lugar del suceso entrevistando al «experto» y al «testigo», uso de gráficos y datos estadísticos, reflejo de la información dada por personas que ostentan algún cargo de autoridad, etc.). Se apela al valor del profesionalismo para defender la neutralidad, fiabilidad y objetividad de la noticia.

El género del telediario, con sus rutinas de producción, su estructura rígida e invariable, su necesidad de simplificar y sintetizar gran cantidad de información en el tiempo establecido y su dependencia de las audiencias y la publicidad, está sujeto más a las leyes del espectáculo que a la exigencia del análisis riguroso y profundo de la realidad. Las noticias son construidas como la ficción (Burton, 2002:185). Se busca más entretener y provocar emociones que ofrecer una explicación adecuada de los acontecimientos que no niegue su complejidad, que remita a las causas y a los contextos en los que estos sucesos se producen. La estrella del telediario es la imagen en directo y todo aquello que no se pueda mostrar en imágenes difícilmente se convierte en actualidad. Además, resulta también importante tener en cuenta que en la agenda de los telediarios, como vimos con anterioridad, cierto material tiene siempre prioridad frente a otro: el acontecimiento del que se tiene imágenes, los crímenes, los ataques «terroristas», etc. Además, también resulta fácil ver que la mayor parte de las noticias se refieren a acontecimientos que tiene lugar en los países occidentales ya que la mayor parte de las agencias de noticias y de las corporaciones mediáticas se encuentran en estos países. Así un acontecimiento que tiene lugar en un país como, por ejemplo, EEUU se convierte fácilmente en portada y titular de la mayoría de los medios, mientras que de muchos países del sur y del este las noticias que nos llegan son escasas y sobre cuestiones puntuales. La mayor parte de la información que nos llega de estos países tiene que ver con catástrofes humanitarias y desastres naturales, guerras, golpes de estado, u otro tipo de acontecimientos similares que se convierten en noticia por varias razones. Por una parte, porque pueden contener imágenes dramáticas que ayudan a reforzar la visión negativa de estos países, por otra parte, porque permiten mostrar la «ayuda» que ofrecen los países poderosos reforzando visiones paternalistas y etnocéntricas y, por otro lado, porque en la mayoría de los casos en estos acontecimientos están implicados intereses occidentales (VVAA, 1999). Para Chomsky (1989 en Burton, 2005:285), el análisis de la agenda de las noticias se conecta directamente con los intereses del estado. En el documental «Noam Chomsky and the media» se explica la diferente cobertura de dos acontecimientos, la invasión del Este de Timor por parte del ejército indonesio apoyado por los EEUU, que apenas fue objeto de atención por parte de los medios estadounidenses, y lo ocurrido en Camboya durante el régimen de Polpot, que llenó los titulares de la prensa estadounidense y de los telediarios durante meses ya que se trataba de los «enemigos del sistema».

Como parte de las prácticas y discursos dominante del periodismo televisivo en este artículo se hablará de las llamadas «noticias blandas» (Ramonet, 1998) u «otras noticias» (Langer, 2000), entendidas estas como aquella información que se incluye en los telediarios y que tiene que ver con asuntos que se pueden considerar «menos serios» y no relacionados con cuestiones políticas, económicas y sociales de importancia. Langer (2000:53) las define como sigue: apartados sobre incendios, accidentes, concursos de belleza, ocupaciones peculiares y pasatiempos, «trivialidades» que mantuvieran a la audiencia alejada de la «activación intelectual», se los consideró parte de las «otras noticias». La proliferación de este tipo de noticias en los telediarios de cadenas tanto públicas como privadas y su función en la transmisión de los valores sociales dominantes será nuestro principal objeto de estudio. Se intentará mostrar que, tal y como explica John Langer (2000), estas noticias, a pesar de ser consideradas como «no políticas» cumplen una función ideológica importante. Esta función ideológica se produce de una manera más implícita que explícita por lo que el análisis crítico de este tipo de noticias resulta más complejo pero también más necesario.

Graeme Burton (2005:278) explica que las llamadas «noticias blandas» han existido desde el principio de la transmisión de noticias en la prensa escrita en el siglo XVII. Con el aumento de medios de transmisión de las noticias las historias sobre desastres y accidentes, sobre celebridades, historias personales, crímenes, etc. han seguido siendo parte de estos medios pero, para muchos, se podrían decir que no sólo el tiempo y espacio dedicado a estas noticias ha ido aumentando sino que se ha producido un «ablandamiento» de las noticias en general buscando entretener a las audiencias más que informarlas (Burton, 2005:278-286).

Tras esta reflexión inicial podríamos concluir diciendo que el análisis de los medios de comunicación y específicamente del género televisivo del telediario constituye un elemento imprescindible para comprender los mecanismos de construcción social y política de la sociedad de la información. Las noticias contribuyen al mantenimiento de las sociedades jugando un papel fundamental tanto en la reproducción, favoreciendo que aceptemos como natural y obvio ciertas formas de entender la realidad, como en la transformación social, favoreciendo una esfera pública con fuerza social y política (Burton, 2005:305). Es por ello necesario hacer un análisis crítico y consciente de la información transmitida por estos medios así como convertirlos en objeto de estudio en las escuelas.

2. Un ejemplo de análisis de las «otras noticias»: el estudio de John Langer

En los 70 el profesor de Estudios Mediáticos John Langer, llevó a cabo una interesante investigación en el contexto australiano con la intención de analizar el papel que cumplían lo que denominó «otras noticias» en los boletines informativos de cuatro cadenas televisivas importantes de Melbourne. Durante cuatro semanas en periodos de tiempo diferentes (mayo de 1978, mayo de 1979, noviembre de 1979 y julio de 1990) se grabaron de forma simultánea los telediarios de la tarde, por considerarse los más vistos, de cuatro canales australianos, el Canal público 2 y los canales privados Canal 7, Canal 9 y Canal 0. Los telediarios grabados durante las tres primeras semanas se utilizaron como el grueso de datos para el análisis y la cuarta semana como material comparativo.

El primer análisis que se llevó a cabo fue determinar el tiempo que se dedicaba a estas noticias en cada una de las cuatro cadenas. Después de la selección de las «otras noticias» y de determinar el tiempo que ocupaban en los telediarios se intentaron clasificar buscando similitudes y repeticiones, surgiendo cuatro principales historias tipo que Langer denominó: «lo especialmente destacable», «víctimas» «comunidades en peligro» y «los rituales, la tradición y el pasado». Las noticias que se incluían en la categoría de «lo especialmente destacable» eran historias relacionadas con actos y modo de vida de celebridades, actividades informales y vida privada de la élite con poder (por ejemplo, la monarquía) y sin poder (por ejemplo, actores, músicos, deportistas), o historias relacionadas con el comportamiento o acto extraordinario, poco común y destacable de alguien «corriente». Las noticias que se incluían en la categoría de «víctimas» eran aquellas historias sobre accidentes, desastres, sucesos fortuitos, contratiempos, tragedias personales que afectan a un individuo concreto y que son consecuencia de algo fuera del control de la persona, o por lo contrario son causa de la mala actuación o el mal control de la persona. Las noticias que se incluían en la categoría de «comunidades en peligro» eran aquellas historias sobre accidentes, desastres y reveses de la fortuna que afectan a un colectivo de gente. Finalmente las noticias que se incluían en la categoría de «los rituales, la tradición y el pasado» eran historias relacionadas con hechos que tiene relación con el pasado, conmemoraciones, celebraciones, etc.

Para el análisis de estas noticias «blandas» Langer se basó en un estudio del contenido de las noticias así como un análisis de la forma, fijándose principalmente en la imagen, la utilización del lenguaje, los códigos narrativos y la manera en la que estaba dirigido el texto. Así, por ejemplo, en relación con el análisis de las imágenes se estudió cómo la imagen se utilizaba como prueba de la verdad y como, sin embargo, es necesario recordar que la imagen siempre es una representación de la realidad y no la realidad misma. Se examinó cómo se construían significados a través de cuestiones como el marco, la composición, la iluminación, el enfoque, el ángulo, el movimiento de cámara, la proximidad, los planos, la organización de las secuencias para crear continuidad visual de acción, etc. Se observaba que las imágenes eran relativamente estables, se usaban un repertorio de imágenes-signo que actuaban para seleccionar, clasificar y otorgar significado a los acontecimientos en el marco de un contexto de referencia preferente (Langer, 2000:202-203). En relación con el análisis del discurso oral y escrito de las «otras noticias» se intentó mostrar como este discurso reconstruía la realidad y como se utilizaba un lenguaje especializado y ritualizado. Se mostraba que era un discurso comprimido y acortado que usaba palabras claves, reconocibles y evocadoras, que ofrecía clasificaciones y evaluaciones inmediatas y que servían para condensar la información. El discurso oral y escrito se basaba en una cadena de descripciones que clasificaba y daba forma al significado de los acontecimientos usando un vocabulario muy convencional, inmediatamente reconocible y conceptualmente evocador (Langer, 2000:202).

Tras el análisis de las historias tipo de las «otras noticias» Langer llegó a las siguientes conclusiones: El análisis de estas historias tipo de las «otras noticias» muestra la existencia de una estructura. No sólo cada historia tipo funciona para transmitir determinados significados ideológicos sino que la propia estructura de todas las historias tipo analizadas de forma conjunta favorecen la creación de ciertos significados también ideológicos. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que los discursos ideológicos de las distintas historias tipo pueden ser a veces complementarios y a veces contradictorios.

A través de estos discursos se transmitían una serie de significados ideológicos, por una parte aparentemente contradictorios pero por otra parte reforzadores un una determinada visión del mundo. Así, por ejemplo, si en las historias de «lo destacable» se transmitía la idea de control y dominio mostrando a individuos que por sus credenciales establecidas o por sus especiales acciones y esfuerzos eran constructores de su propio destino, en las historias tipo sobre víctimas y comunidades en peligro se mostraba la idea opuesta al control y dominio del propio destino por la existencia de acontecimientos inesperados e inexplicables sobre los que los individuos y comunidades no tenían ningún control. Sin embargo, aunque los significados de estas historias parecían ser contradictorios todas ellas ofrecían visiones del mundo en las que se ocultaba el contexto social, político e histórico en el que tienen lugar los sucesos. En estas historias lo personal y lo impersonal se convertían en formas «naturalizadas» de explicar lo que sucede eliminando cualquier referencia a la existencia de estructuras de dominación y subordinación (Langer, 2000:206).

Por tanto, algunos de los significados ideológicos que se transmitían a través de las historias de las «otras noticias» eran la idea de la posibilidad de «destacar» y «ser famoso por un día» si se tiene habilidad, determinación y si te esfuerzas; la idea de que las «élites» están legitimadas a ocupar esas posiciones de privilegio tanto por ser como son como por ofrecernos algo como consumidores y aunque son diferentes a nosotros en realidad su vida es como la nuestra y sufren igual que nosotros; la idea de que el mundo está lleno de peligros inesperados y que, por tanto, es mejor confiar en las autoridades y no intentar pensar de forma independiente o intentar cambiar las cosas porque nada podemos hacer ante las fuerzas externas que atacan de forma inesperada; la idea de que lo mejor es conformarse con lo que se tiene ya que siempre hay alguien peor que tú; los sentimientos de fatalismo, pesimismo, resignación, vulnerabilidad y a la vez admiración por los individuos extraordinarios que pueden escapar a lo que tú no puedes; la idea de que a pesar del constante paso de la estabilidad al cambio inesperado finalmente siempre se vuelve a la estabilidad y las cosas siempre vuelven a ser como eran.

Para Langer las llamadas «otras noticias», aunque parecen dirigirse y recoger las experiencias de los «subordinados», contribuyen a reproducir la idea de que las desigualdades existentes son algo «natural» e inevitable sin causa social alguna. Sin embargo para el autor la transmisión ideológica no es perfecta y los textos televisivos contienen posibilidades para la inestabilidad y la contradicción.

3. Los programas de noticias en las cadenas públicas y privadas españolas: un análisis de las llamadas «otras noticias»

El estudio que se presenta a continuación pretende, por una parte, hacerse eco de la actual preocupación política y social por mejorar la calidad del medio televisivo. Por otra parte, como ya se explicó, siendo conscientes del importante papel de los telediarios como principal fuente de información de la mayor parte de la población, se considera necesario analizar este género televisivo de forma crítica teniendo a su vez en cuenta la importancia de trabajar estos aspectos en las escuelas. Por último, el trabajo que se presenta parte de la preocupación por los que creemos un gran aumento de la presencia de las llamadas «noticias blandas» u «otras noticias» en los telediarios españoles considerando que, tal y como explica John Langer (2000), este tipo de noticias cumplen un papel importante tanto a nivel económico, como parte del dominio de las leyes del espectáculo en los medios de comunicación actuales que en las sociedades neoliberales han pasado a constituir una mercancía más que se compra y se vende; como a nivel ideológico, como parte de un sistema basado en la democracia formal, la imposición de las políticas neoliberales y el aumento de las desigualdades sociales; como a nivel social, como parte del reflejo de los valores imperantes en la llamada «sociedad de la información».

Inspirándonos en el estudio llevado a cabo en Australia por John Langer y teniendo en cuenta otros estudios de análisis del género de los telediarios y de forma general de análisis de los medios de comunicación, las principales hipótesis de la investigación son las siguientes:

•  Las llamadas «otras» noticias o noticias «blandas» ocupan un importante espacio de tiempo en los telediarios de todas las cadenas televisivas españolas tanto públicas como privadas.

•  Las llamadas «otras» noticias o noticias «blandas» pueden ser clasificadas en una serie de categorías relativamente estables que responden a los valores dominantes del periodismo actual.

•  Las llamadas «otras noticias» o noticias «blandas» cumplen un papel importante en la reproducción del orden social existente.

Para llevar a cabo este estudio se analizaron los informativos de la noche de dos cadenas públicas españolas, una estatal y otra autonómica y de dos cadenas privadas españolas, una que emite en abierto y un canal de pago que aunque emite el programa de las noticias en abierto el resto de su programación sólo está disponible para abonados. Durante la primera semana del mes de mayo de 2005 se grabaron estos telediarios para pasar posteriormente a realizar el análisis.

Para llevar a cabo el análisis de los telediarios se prestó atención tanto al análisis del contenido de las noticias como al análisis de la forma, se tomó en consideración como parte relevante de este trabajo, el estudio de las imágenes, así como el discurso oral y escrito de las informaciones.

La primera fase del análisis fue la visualización de los informativos anotando tanto las noticias como el tiempo dedicado a cada una de ellas. Tras este proceso se realizó la selección de las que podían considerarse como «otras noticias» o «noticias blandas». Para realizar esta selección se prestó atención al contenido de la noticia considerando que se podían incluir en esta categoría todas aquellas noticias que tratasen temas de muy poca relevancia y trascendencia o que no tuviesen que ver con cuestiones económicas, políticas y/o sociales de importancia. Tras esta selección se determinó el tiempo que ocupaban estas noticias y el porcentaje que suponía teniendo en cuenta el tiempo total de la emisión del programa de noticias pero excluyendo el tiempo dedicado a los deportes y el tiempo dedicado a noticias culturales.

En el proceso de selección de las «otras noticias» o «noticias blandas» se observó que ciertas noticias eran fácilmente clasificables en esta categoría. Algunos ejemplos de este tipo de noticias son la propuesta de ley en Tejas para prohibir coreografías de animadoras demasiado «provocativas»; la sustitución de los pregones por mensajes a los móviles en un pequeño pueblo de España; el caso de un hombre que se cayó por un barranco; el problema de las vacas en las calles de Nueva Delhi; la persecución de un sospechoso en Tejas; el relato del Papa tomando posesión de la villa de verano; el caso de una mujer que robaba correos a sus vecinos y compraba artículos cargándolos a sus números de cuenta; el cien cumpleaños de una señora de un pueblo de Galicia; la descripción de un simulacro de accidente; las modelos en Cuba; la celebración de una fiesta tradicional en una isla griega; los objetos que fueron pruebas de delitos y que van a ser destruidos; el concurso de mises de tallas grandes; la historia de personas alérgicas al olivo; el incendio de una iglesia en Tejas; el record Guinness de guerra de almohadas; el robo de gafas de sol; etc. Estas y otras noticias similares se definieron como «otras noticias» o noticias «blandas».

Sin embargo, había otra serie de noticias que creaban más dudas a la hora de clasificarlas. Entre ellas se podría mencionar un reportaje sobre las mercancías ilegales de China; un reportaje sobre las mafias de la inmigración; un reportaje sobre la operación ballena blanca; una noticia sobre la píldora del día después; una noticia sobre el cierre de páginas web que hacen apología de la anorexia; una noticia en la que se hablaba de los resultados de una encuesta que muestra que gran parte de los españoles consideran que las mujeres deben dejar de trabajar al tener el primer hijo; una noticia del rescate de un grupo de inmigrantes de Somalia cuya embarcación se hundió; una noticia sobre la prostitución en una carretera de Girona; etc. Aunque estas noticias podían considerarse como relativamente serias debido a los temas tratados, sin embargo, prestando atención al tratamiento, retórica y forma de las noticias podían también ser consideradas como noticias «blandas». Los recursos narrativos utilizados, el lenguaje y vocabulario, las imágenes, los titulares de estas noticias, eran claramente sensacionalistas, se centraban en historia personales y en el interés humano, se hacía especial hincapié en lo cotidiano, se relataban de forma novelesca, etc. Se podrían poner como ejemplo el discurso oral utilizado en el relato de la noticia del rescate de inmigrantes somalíes en la cadena privada gratuita con frases como la siguiente: «…mar salpicado de cuerpos…zarandeando para devolverle la vida a quien es un muñeco roto…». También se podría hablar del reportaje sobre las mercancías chinas en la cadena pública estatal relatado como una película de suspense con cámara oculta, personajes, marcada estructura con una acción ascendente y descendente, etc. Se podría señalar también el relato de la prostitución en una carretera de Girona en la cadena pública estatal en la que se enfatizaban los relatos personales de algunas mujeres con entrevistas realizadas en directo o la noticias sobre los resultados de la encuesta en la que se podía observar claramente el diferente tratamiento dado en la cadena pública estatal y en la cadena privada gratuita, siendo esta última la que hacía más hincapié en la historia personal y en lo cotidiano. También se podría hacer referencia a las imágenes mostradas y las frases destacadas de la noticia sobre las páginas web que hacían apología de la anorexia en la cadena pública estatal las cuales apelaban claramente a lo emocional, al drama y al impacto visual, mostrando, por ejemplo, los cortes ensangrentados en el brazo de una joven que intentó suicidarse. Todas estas noticias eran, por tanto, claros ejemplos de los imperativos del periodismo actual con el dominio de las leyes del espectáculo. A pesar de todo esto, estas noticias no fueron incluidas en la categoría de «otras» noticias ni se contabilizaron a la hora de calcular el porcentaje de tiempo dedicado a este tipo de historias, si se hubiese hecho los resultados de los porcentajes hubiesen sido considerablemente más altos.

La última fase del análisis de los datos recogidos se centró en intentar clasificar esas «otras noticias» buscando similitudes entre los temas que trataban para poder definir una serie de categorías que nos pudiesen después permitir comprender el papel de estas noticias en la transmisión de determinado valores y formas de entender el mundo. Para establecer las categorías, aunque se tenía como referencia la clasificación establecida por John Langer (2000), se partió de los datos recogidos en la investigación sin intentar formar estos para incluirlos en las categorías de Langer. A pesar de ello los análisis reflejaron que muchas de las «otras noticias» recogidas en esta investigación podían incluirse claramente en categorías muy similares a las definidas en el estudio de Langer.

Los resultados de estos análisis mostraron que, en cuando al tiempo dedicado a estas noticias «blandas» en los programas de las distintas cadenas se pudo ver que las cadenas públicas tanto la estatal como la autonómica dedicaban entre un 15% y un 25% a las llamadas «otras noticias» mientras que en la cadena privada gratuita las «noticias blandas» ocupaban entre un 30% y un 40% del tiempo de emisión. En la cadena de pago las «otras noticias» sólo ocupaban entre un 0% y un 10% del total de la emisión. Vemos, por tanto, que el tiempo dedicado a estas noticias «blandas» es claramente significativo tanto en los programas de noticias de las cadenas públicas como en la cadena privada de emisión abierta y gratuita, la cual mostraba los porcentajes más altos de este tipo de noticias contrastando con los bajos porcentajes de la también cadena privada pero de pago. También es importante destacar que durante el fin de semana se pudo observar un incremento importante de este tipo de noticias en las cuatro cadenas.

Además de estos resultados referidos al tiempo dedicado a las «otras noticias» los análisis también mostraban otras cuestiones de interés como la existencia de un gran número de noticias en cada uno de los programas de las distintas cadenas. Los programas de noticias de las cadenas públicas estatal y autonómica y de la cadena privada gratuita duraban alrededor de treinta minutos, excluyendo el tiempo dedicado a los deportes y a noticias culturales. En estos treinta minutos se contaban entre veinte y veinticinco historias, cada una de las cuales duraban entre uno y tres minutos, aunque en ocasiones el tiempo dedicado a alguna de las noticias fue considerablemente superior llegando a los diez o quince minutos, como es el caso de la noticia sobre el anuncio del embarazo de la princesa de Asturias o la noticia del premio de Fórmula1 en Cataluña, ambas noticias «blandas». El gran número de noticias de breve duración que se incluyen en cada programa ejemplifican las afirmaciones de Ramonet (1998) sobre la fragmentación, simplificación y descontextualización de la información que se presenta en los telediarios.

Otro aspecto interesante que se pudo observar en el análisis de los programas de noticias de las cuatro cadenas fue la continuación de algunas de las historias. Noticias como la conmemoración del final de la 2º Guerra Mundial, el asesinato de un joven en Madrid, el premio de fórmula 1 o la reunión mantenida entre el presidente del gobierno central y el lehendakari, ocuparon parte de la emisión en días sucesivos. Como explica Burton (2005:276) este tipo de historias que permiten una continuación a lo largo de los días son especialmente interesantes para los medios.

Otra cuestión que se debe destacar en relación con el tratamiento de las noticias es que el uso de recursos que sirvan para entretener recurriendo a la anécdota divertida, a la imagen impactante, al titular sensacionalista, al discurso dramático, etc. está presente no sólo en las que podemos considerar noticias «blandas» sino, como vimos, en muchas otras noticias que por el tema tratado se pueden considerar como «serias». En los programas de noticias analizados se pudieron encontrar numerosos ejemplos de este tipo de tratamiento de las noticias. Además las noticias señaladas anteriormente también se podría hacer referencia a otras muchas historias cargadas de imágenes espectaculares y en directo con las que se busca provocar fuertes emociones en el teleespectador como, por ejemplo, las noticias sobre Irak en las que se mostraba, con primeros planos, imágenes de personas heridas o muertas recreándose en la violencia y en el drama. Este tipo de imágenes ya poco afectan a unas audiencias cada vez más desensibilizadas ante las tragedias de otros. Como contraste a este tipo de historias e imágenes también se podría hablar del recurso a la anécdota divertida y de nuevo a la imagen emotiva con ejemplos como la noticia sobre la campaña de la renta en la que se muestra la imagen de un bebé durmiendo y se bromea diciendo que a él no le interesa el programa padre y que «más que un sujeto pasivo es un sujeto dormido», anécdota que además se repitió en dos de las cadenas analizadas. En relación con este tipo de tratamiento sensacionalista de las noticias también hay que señalar que, aunque todas las cadenas analizadas utilizaban estos recursos, era especialmente la cadena privada gratuita la que explotaba en mayor medida este tipo de prácticas. Además hay que señalar que, en esa semana, el programa de noticias de esta cadena alcanzo el 19,7% de audiencia con 2.023.000 espectadores por encima del programa de la cadena pública estatal, con un 18,9% de share.

Por último, también resulta de interés hacer referencia a la atención prestada a una serie de noticias «blandas» que hacían referencia a sucesos que tuvieron lugar en los Estados Unidos y a las que se les dedicó tanto tiempo como a otras noticias relevantes tanto a nivel nacional como internacional. Noticias como la controversia sobre una ley para prohibir coreografías «provocativas» en Tejas, la historia sobre la persecución de un sospecho también en Tejas, el relato sobre los pumas y leones que viven demasiado cerca de la ciudad de Los Ángeles o la noticia sobre el incendio de una iglesia de nuevo en Tejas, son algunos ejemplos. Estas noticias, además de mostrar nuevamente el triunfo de las leyes de espectáculo, pueden ejemplificar, por una parte, cómo aquella información relacionada con los intereses occidentales o con lo que sucede en aquellos países dominantes adquiere inmediatamente relevancia (VVAA, 1999). Por otra parte, esta situación también podría hacernos pensar en el papel de las grandes agencias de noticias y las agencias de imágenes de las que se nutren las distintas cadenas por criterios de rentabilidad y que contribuyen a la homogeneización de la información en lo que Ramonet (1998:13) llama «era de la información global».

En relación con la clasificación de las «otras noticias» los análisis mostraron la existencia de las siguientes categorías: «accidentes y otros peligros»; «delitos y leyes»; «gente importante»; «tradiciones y festividades»; «productos de consumo»; «la tv como noticia». La categoría de «accidentes y otros peligros» agrupa a todas aquellas «noticias blandas» que relatan historias sobre sucesos dramáticos, contratiempos, siniestros, situaciones adversas en las que hay o no víctimas y aquellas que hacen referencia a posibles problemas, desastres o tragedias. Algunos ejemplos de las noticias incluidas en esta categoría son historias como el derrumbe de un edificio en Barcelona; el relato de un simulacro de accidente; el accidente de tráfico provocado por coche que iba en dirección contraria; el caso de un hombre que se cayó por un barranco; el relato de los aerolitos que cayeron encima de una casa; la noticia del derrumbe de un edificio en Pakistán por una explosión de gas; el incendio en una iglesia en Tejas; el caso de dos hombres que murieron ahogados en las playas de Cádiz; la historia del gran número de personas alérgicas al olivo en España; la noticia sobre un hospital que está lleno de basura por la huelga del servicio de limpieza o las noticias sobre las medidas de seguridad que se tomaron en el circuito de Fórmula1.

La categoría de «delitos y leyes» agruparía a todas aquellas noticias que relataban distintos tipos de infracciones y trasgresiones, aquellas que hacían referencia a juicios y sentencias o aquellas en las que se hablaba de nuevas normas y leyes. Sin embargo, hay que señalar que a la hora de seleccionar las noticias que trataban este tipo de temas sólo aquellas que se podían considerar claramente triviales y de muy poca relevancia nacional y/o internacional o aquellas que enfatizaban en mayor medida la historia personal frente al delito en si, fueron clasificadas como «otras noticias». Ejemplos de noticias que se incluirían en esta categoría son, entre otras, la historia sobre la propuesta de ley en Tejas para prohibir coreografías de animadoras; la persecución en Tejas de un sospechoso; los problemas para aplicar una nueva ley para sacar a las vacas de las calles de Nueva Delhi; el caso de una mujer que robaba los correos de los vecinos y compraba artículos cargándolos a sus números de cuenta; la historia sobre un guardia civil detenido por apuntar con una pistola a su superior; el relato sobre los objetos que fueron pruebas de delitos y que ahora van a ser destruidos; la historia de los vecinos de un barrio de Madrid que dejaban flores donde habían asesinado a un joven; el fraude en los exámenes de conducir cometido por varias academias; el robo de gafas de sol o el caso de la detención y juicio de unos ancianos que robaban bancos en Alemania. Este tipo de historias al igual que las noticias sobre accidentes y peligros, aunque presentes en todas las cadenas analizadas, ocupaban un lugar predominante en la cadena pública autonómica.

En la categoría de «gente importante» se podrían incluir todas aquellas noticias que hacen referencia a acontecimientos relacionados con la vida de personajes sociales importantes o con la vida de gente «corriente» que se convierten, bajo determinada circunstancia, en un personaje importante. En esta categoría se incluirían noticias como la extensa historia del anuncio del embarazo de la princesa de Asturias; un relato sobre el papa tomando posesión de la villa de verano; la historia sobre la visita del hermano de Fidel Castro a la casa de su padre; la visita de los príncipes de Asturias a un instituto de enseñanza secundaria; el relato de una mujer que cumplió cien años; la historia sobre mujeres cubanas que son funcionarias y a la vez «top models»; la noticia de un concurso de mises de tallas grandes; el relato de un gran grupo de personas que batieron el record Guinness de guerra de almohadas; etc.

La categoría de «tradiciones y festividades» incluiría las noticias que tienen que ver con acontecimientos relacionados con costumbres, historias, ritos del pasado y con su recuerdo y conmemoración en el presente a través de distintas celebraciones y fiestas. Algunos ejemplos de este tipo de noticias «blandas» son la historia del pregonero que ya no tiene que hacer su trabajo porque el alcalde manda los mensajes por móvil; la noticia sobre un restaurante que prepara la comida que se describe en el libro del Quijote; el relato de una fiesta que se celebra en una isla griega para recordar la batalla que tuvo lugar entre dos pueblos; la celebración del día de la muñeira; la celebración de la festividad de la Cruz en Granada en la que la gente joven hace botellones y los vecinos protestan o el relato sobre el tiempo que hizo durante el puente de primero de mayo entrevistando a las personas que estaban de vacaciones.

Las categorías descritas hasta el momento son similares a las categorías que estableció Langer (2000) en su investigación pero en los informativos analizados también había otra serie de noticias que se podían considerar «blandas» y que no podían clasificarse en estas categorías. Una de estas noticias es la historia sobre el salón del automóvil la cual ocupó un importante tiempo de emisión durante más de un día, otra es una historia sobre un vino producido en Galicia, otra el relato sobre los servicios en Internet que ofrecen las agencias de viaje y otra la noticia de una exposición sobre Channel. Estas noticias, aunque pocas, se agruparon en una nueva categoría que se denominó «productos de consumo». Además también se recogieron otras tres noticias que de nuevo no se podían clasificar en las anteriores categorías y que hacían referencia a historias sobre las propias cadenas como el anuncio de una serie que se iba a estrenar en la cadena pública autonómica; el avance de un reportaje que se iba a ofrecer en otro programa en la cadena pública estatal o el anuncio del record de audiencias de distintos programas en la cadena privada gratuita. Estas noticias se clasificaron en una categoría denominada «la tv como noticia». Este tipo de historias ejemplifican, tal y como explica Ramonet (1998), que la televisión se concentra cada vez más en la propia televisión.

Vemos, por tanto, que las noticias «blandas» ocupan un papel importante en los informativos de las cadenas tanto públicas como privadas. Hay que señalar, sin embargo, la mayor presencia de este tipo de historias en la cadena privada gratuita lo que contrasta con el menor tiempo dedicado a lo que podemos considerar «otras noticias» en la cadena privada de pago. Esta situación muestra que, tal y como explica Manuel Area (1998) se están creando dos redes paralelas de información, una representada por los medios de comunicación tradicionales y otra formada por las tecnologías de información y comunicación digitales. Estas redes diferenciadas por el contenido que ofrecen y los recursos y posibilidades que presentan a las audiencias representarán, como explica Area, un factor más de desigualdad social.

Las noticias «blandas» analizadas responden claramente a los imperativos del periodismo actual y al dominio de las leyes del espectáculo utilizadas para atraer al mayor número posible de audiencias y poder competir con los otros medios. La información se repite reforzando su impacto y dándole veracidad, tal y como afirma Burton (2002:110) la repetición vende. La información se simplifica y fragmenta convirtiéndose en relatos casi telegráficos pero a la vez narrados como buenas historias de ficción con introducción, nudo y desenlace y concatenadas entre si para mantener la atención del teleespectador. La imagen en directo y a ser posible espectacular es el elemento clave en la información. El negativismo, la cercanía, la actualidad, la continuidad, la simplicidad y la personalización determinan la selección y el tratamiento de las noticias. Dominan los valores de la imagen, la dramatización, el conflicto, lo que se considera de «interés humano» y el directo. Pero además este tipo de noticias cumplen también un papel importante en la transmisión ideológica contribuyendo a reproducir el orden social existente.

Las historias sobre accidentes, peligros, delitos, contribuyen a crear la sensación de la existencia de una constante amenaza y de la imposibilidad de controlar lo que nos rodea, lo que refuerza el conformismo y el inmovilismo social. Las historias sobre personas corrientes que destacan por hacer algo excepcional o fuera de lo común refuerzan la idea de que, más que las condiciones sociales, es el esfuerzo personal lo que determina lo que uno puede llegar a ser. Las historias sobre aspectos corrientes de la vida de personajes sociales importantes crean una sensación de cercanía y empatía con estas personalidades lo que favorece el no cuestionamiento de su posición social dominante. Las historias sobre las tradiciones y el pasado contribuyen a reforzar una determinada identidad nacional y a mantener ciertos valores tradicionales que de nuevo pueden contribuir a mantener el orden social existente y defender la estabilidad frente al cambio. Las noticias sobre productos de consumo y sobre la propia tv se puede considerar que refuerzan los valores del consumismo y la idea de que la libertad en democracia es libertad para consumir y elegir entre uno u otro producto.

Los análisis realizados en este estudio podrían ser fácilmente objeto de una actividad escolar. Se podría pedir a los estudiantes que al ver un informativo anotasen las noticias que les parecen importantes y las que consideran poco relevantes para posteriormente en clase abrir un debate preguntándoles por qué consideran determinadas noticias poco relevantes, por qué creen que se incluyen en el telediario, qué piensan y sienten cuando ven estas noticias, qué mensajes explícitos e implícitos creen que transmitían estas noticias, etc. Este tipo de actividad aunque más apropiada para los niveles de la educación secundaria también podría adaptarse a los últimos cursos de la educación primaria.

     
     
Referencias
     
     

AREA, M. (1998): «La desigualdad tecnológica como un factor de desigualdad cultural. El caso de la televisión digital» en https://www.ull.es/departamentos/didinv/tecnologiaeducativa/doc-desigualdades.htm
BOURDIE, P. (2000): Sobre la televisión. Barcelona, Anagrama.
BURTON , G. (2002): More than Meets the Eye. An introduction to Media Studies. London, Arnold.
BURTON , G. (2005): Media and Society. Critical Perspectives. Berkshire. Open University Press, McGraw-Hill Education.
GIORDANO, E. (2000): «Medios de comunicación, ideología y poder», en Cuadernos de Pedagogía, 297.
LANGER, J. (2000): La televisión sensacionalista. Barcelona, Paidós.
MARI SÁEZ, V. (2002): Globalización, nuevas tecnologías y comunicación. Madrid, De la Torre.
MASTERMAN, L. (1993): La enseñanza de los medios de comunicación. Madrid, De la Torre.
RAMONET, I. (1998): La tiranía de la comunicación. Madrid, Debate.
VVAA (1999): Sur y comunicación: una nueva cultura de la información. Barcelona, Icaria.

 

     
     
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En el documental «Noam Chomsky and the media» coproducido por The Nacional Film Borrad of Canada y dirigido por Mark Achbar y Peter Wintonick se recoge el pensamiento y los trabajos de este destacado intelectual, sociólogo y lingüista, y sus interesantes teorías y análisis sobre los medios de comunicación.

«Esto es lo que ha pasado y se lo hemos contado» como se dice en los informativos de una cadena de la televisión española.

Hay que recordar que no se contabilizaba el tiempo dedicado a los deportes y a las noticias culturales.

Por ejemplo a esta noticia en concreto se dedicaron más de 12 minutos en la cadena pública estatal.

     
     
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Patricia Digón Regueiro es profesora de la Universidad de A Coruña (España) (pdigon@udc.es).