El niño preescolar como telespectador
The pre-school child on a TV viewer

 

Carmen Lucía Domínguez Aguila
Nieves Irma Schade Yankovic

Concepción (Chile)

     
             
             
     

RESUMEN

     
     

Los medios de comunicación social y en especial la televisión, constituyen parte importante en la vida cotidiana de los niños. En Chile el 95% de los hogares posee televisión y un 97% de los menores señalan saber utilizar el televisor. El acceso a este medio de comunicación social ha posibilitado que ver televisión sea la principal actividad que realizan los niños chilenos en su tiempo libre. Si se considera que los discursos audiovisuales inciden en la construcción que los niños hacen de la realidad social, es decir en la construcción de la identidad personal y en la adquisición de un conocimiento compartido del mundo, el tema de la televisión adquiere relevancia social, especialmente en relación al consumo televisivo infantil. En este país existe una gran cantidad de estudios sobre los niños y la televisión; la mayoría de estas investigaciones se preocupan de los efectos que los mass media producen en los niños y en gran parte son abordadas desde el punto de vista del adulto. Son escasos los estudios que se preguntan acerca de qué elementos rescatan los niños del mensaje medial y el uso que ellos le dan a estos mensajes. En el estudio que se presenta, se propone un cambio de enfoque. Se trata de ver el mensaje televisivo desde la perspectiva del niño y descubrir cómo él percibe y usa estos mensajes en la construcción de su visión de mundo. Considerando que los estudios realizados por el Consejo Nacional de Televisión señalan que un 64,7% de los niños ven dibujos animados, el estudio se centra en este tipo de programación infantil. La investigación corresponde a un estudio descriptivo de carácter cuanti y cualitativo con niños preescolares de distinto nivel socioeconómico, que asisten al segundo nivel de transición de establecimientos particulares, particulares subvencionados y públicos de la comuna de Concepción. Los objetivos generales de la investigación se enfocaron hacia determinar el contexto en el cual se produce el consumo televisivo de los niños preescolares y en conocer el impacto de los dibujos animados en el desarrollo cognitivo del niño preescolar. El estudio determina la frecuencia de acceso a la televisión de los niños, la modalidad de consumo, las preferencias respecto a los programas de dibujos animados que se emiten por la televisión, la relación entre las percepciones de los niños respecto de los dibujos animados y los distintos niveles socioeconómicos a los que pertenecen los preescolares de la muestra, así como el impacto de los dibujos animados en el desarrollo cognitivo de los menores. La investigación se llevó a cabo durante el 2004 y está enmarcada dentro del proyecto «Percepciones de los menores preescolares respecto de los dibujos animados» patrocinada por el Ministerio de Educación de Chile.

     
      ABSTRACT      
     

Social communication media, and particularly television, constitute a significant part of the daily life of adults, adolescents and children. Access to this media has made watching television the main activity carried out by Chilean children during their free time in Chile. There is a great number of studies about children, youngsters and television, but only a few question why they watch television and what it is they like about it. This study addresses this issue, and, considering that Chilean studies on children indicate that 64.7% of them watch Cartoons, the paper focus on this type of television program for children.

     
      DESCRIPTORES/KEYWORDS      
     

Televisión, dibujos animados, niño preescolar.

Television, cartoons, preschoolers child.

     
     

Los medios de comunicación social y en especial la televisión constituyen parte importante en la vida cotidiana de los niños. Este hecho adquiere gran relevancia si consideramos que el ser humano nace en un entorno simbólico, en donde la televisión está presente en todo momento y a lo largo de su desarrollo y que se ha constituido en un punto de referencia obligado en la interacción social.

Lo anterior es ratificado por diversas investigaciones realizadas en nuestro país relacionadas con el consumo televisivo, que nos indican que un 93% de los hogares chilenos posee televisión y un 97% de los niños señala saber utilizar este medio. (Consejo Nacional de televisión b, 1999: 22).

En consecuencia, el acceso a este medio de comunicación social ha posibilitado que ver televisión sea la principal actividad que realizan los niños chilenos en su tiempo libre, aunque no siempre es lo que más les gusta hacer... Diversos estudios concluyen que los niños ven televisión como subsidio a las limitaciones en la realización de otras actividades, como hacer deportes o jugar con los amigos; también es necesario señalar que el alto consumo medial y tecnológico se relaciona con una mayor disposición de tiempo para el ocio, así como un sedentarismo en el estilo de vida y el aumento de la oferta mediática. (Avendaño, C.; Izquierdo, P., 1999: 205-2006).

Sin duda, el consumo televisivo infantil es un tema que preocupa e involucra directamente a padres y educadores, quienes deben adoptar el papel de mediadores y facilitadores respecto a la interpretación y el sentido que los menores otorgan a los mensajes que emanan de la televisión.

Esta situación ha generado múltiples discusiones en torno a los efectos del consumo televisivo en los niños desde la perspectiva social y educativa; es decir, en torno a cómo la imagen televisiva afecta la percepción y construcción que los niños realizan acerca del mundo que les rodea. En la investigación que presentamos se abordan estos aspectos, analizados desde el punto de vista del niño y no del adulto.

Considerando que los estudios realizados en Chile indican que un 64,7% de los niños señalan como su programación preferida a los Dibujos Animados, el estudio se centra en este tipo de programación. Dado también el hecho que en nuestro país no existen investigaciones centradas específicamente en niños preescolares, nuestra población objetivo fueron 100 menores que asisten al segundo nivel de educación preescolar de establecimientos de dependencia Particular, Particular Subvencionada y Municipalizados de la comuna de Concepción. A continuación damos a conocer los resultados del estudio.

1. Consumo televisivo
       El mayor consumo televisivo lo poseen los niños pertenecientes a los establecimientos Municipalizados, con un promedio de 3 horas diarias, produciéndose este consumo tanto durante la mañana como en la tarde. El fin de semana el promedio varía entre 3 y 4 horas diarias. En los establecimientos Particulares Subvencionados, los niños ven televisión entre 2 y 3 horas promedio, preferentemente en la tarde. En tanto que el fin de semana, el consumo diario es de 3 horas promedio, preferentemente en la tarde. Los niños de los establecimientos Particulares ven televisión un promedio de dos horas durante la semana y el horario de preferencia es en la tarde. El fin de semana, este promedio se mantiene y el horario es durante la mañana y la tarde.

Las diferencias de consumo y modalidad televisiva que se presentan entre los niños asistentes a colegios Particulares y Particulares Subvencionados puede atribuirse al hecho que existen horarios establecidos en sus hogares para ver televisión. Por otra parte, es necesario señalar que la mayoría de estos niños asisten a clases en la jornada de la mañana, por lo que sólo pueden disponer de la tarde para ver televisión. El menor horario de consumo televisivo durante los fines de semana que presentan estos niños en relación con los niños de los colegios Municipalizados, se puede atribuir al hecho que estos menores pertenecen a un nivel socioeconómico más alto, lo que facilita que realicen otras actividades de entretenimiento, ya sea culturales o deportivas, situación que difiere con la de los niños de establecimientos municipalizados, cuya principal opción de entretenimiento es ver televisión.

2. Modalidad de consumo
       En relación a la consulta hecha a los padres de los menores «¿Con quién mayoritariamente ve televisión el niño?». De las respuestas obtenidas se plantean una serie de combinaciones que muestran la frecuencia de las personas que acompañan al niño a ver televisión, ya sea durante la semana o fines de semana. Dentro de estas combinaciones, hemos seleccionado las respuestas más recurrentes: Familia / Familia-Otros-Solo / Familia-Nana-Solo / Solo.

Podemos observar que durante la semana el 43% de los padres asegura acompañar a sus hijos mientras ven televisión, situación que en los colegios Particulares Subvencionados alcanza al 39% y en el caso de los colegios Municipalizados es del 60%. La siguiente combinación más recurrente es la de que los niños son acompañados, además de su padre o madre, por otros familiares o solos, situación que se presenta en un 10% en los Colegios Particulares, en un 29% en los Particulares Subvencionados y en un 22 % en los Municipalizados. La próxima combinación es Familia–Nana-Solos: en los establecimientos particulares los padres señalan que un 16% de los niños(as) ven televisión bajo esta modalidad, mientras que un 7% pertenece a los Particulares Subvencionados, y un menor porcentaje (2%), corresponde a los establecimientos Municipalizados. La última de las combinaciones es aquella en que los menores ven televisión Solos. Las respuestas obtenidas de parte de los padres de los colegios Particulares nos dicen que esta opción corresponde a un 3%. En los colegios Municipalizados alcanza al 7%; en tanto que en los Particulares Subvencionados, un 17% de los niños ven televisión solos. La explicación para este último punto , puede deberse a que el padre y la madre de estos menores en su mayoría trabajan, lo cual no les permite acompañar a sus hijos mientras ven televisión.

En el caso de los fines de semana, los colegios particulares muestran que la primera opción sigue siendo la familia, con un 80%; no muy lejos de ellos se encuentran los establecimientos Particulares Subvencionados y los Municipalizados, cuyos padres dicen ver televisión con sus hijos en un 75% y un 79% respectivamente. En el caso de la segunda combinación, Familias-Otro-Solos, los apoderados de los colegios Particulares afirman que un 3% efectivamente ve televisión con los menores, un porcentaje bastante menor si lo comparamos con los establecimientos Particulares Subvencionados y Municipalizados, los que presentan esta combinación en un 17% para ambos casos. En relación a la frecuencia Solos, que corresponde a la tercera mayoría, en el caso de los padres y madres de los niños de colegios Particulares esta modalidad se da en un 10%, en cambio en los colegios Particulares Subvencionados y Municipalizados se observa que sólo existe un 4% y un 2% respectivamente de los menores que ven televisión sin compañía.

En la entrevista realizada a los menores, los resultados anteriores contrastan por lo señalado por los niños, ya que ellos aseguran ver mayoritariamente televisión junto a sus hermanos, primos, amigos o solos, pero rara vez junto a su padre o madre.

3. Dibujos animados preferidos
       En respuesta al tercer objetivo planteado en el estudio, se preguntó a los menores «¿Cuáles son los dibujos animados que ves y cuáles prefieres?».

De acuerdo a las respuestas recogidas, se observa que existe una amplia gama de opciones; de éstas, 50 son transmitidas por televisión abierta y TV cable, y 16 de los dibujos animados mencionados por los menores, se ven solamente por TV cable. La siguiente tabla muestra las tres opciones más señaladas, tanto por niños como por niñas:

En consideración a la tabla anterior, podemos señalar que en dos de los establecimientos educacionales (Particulares y Municipalizados), los niños y niñas tienen como primera opción de preferencia a Bob Esponja, mientras que en los colegios Particulares Subvencionados, Tom Y Jerry es la opción más señalada.

Las niñas de los colegios Particulares tienen como el segundo Dibujo Animado más visto a Clifford, a diferencia de las niñas de los colegios Municipalizados que no mencionan ver este programa. Esto se atribuye a que las niñas de los colegios Particulares ven mayoritariamente los dibujos animados emitidos a través del Cable y las niñas de los colegios Municipalizados ven más dibujos animados de la TV abierta. Este dibujo se emite sólo por TV cable.

Considerando la información presentada en la tabla, procedemos a entregar algunas opiniones textuales de los menores con respecto a por qué les gusta ver estos dibujos animados.

En relación a Bob Esponja, los niños(as) opinan lo siguiente: «Porque hace cosas graciosas»; «me siento bien, me da alegría, me da risa», «cuando se parte en pedazos todavía sigue vivo».

En cuanto a Tom Y Jerry, ellos dicen que lo prefieren porque «Jerry le gana a Tom»; «siento alegría cuando lo persigue (al ratón)», «algunas veces son amigos y otras enemigos».

Respecto a Clifford, señalan: «porque ayudan a las personas cuando no hay escaleras», «porque son muy bonitos los animales y a mí me encantan los animales y Clifford es un animal». Los Power Rangers les agradan, en general, porque «son de peleas».

Sobre los Pokemon dicen: «me gustan los personajes, me gusta Picacho porque sale de una poke bola».

Las chicas superpoderosas, que fue seleccionada como segunda opción por las niñas de los colegios Particulares Subvencionados, les agrada porque: «tienen súper poderes»; «siento como que yo también los tengo»; «porque son las mejores súper héroes»; «porque tienen que derrotar a los villanos».

Dragon Ball Z, que fue la segunda opción de los niños de los colegios Particulares Subvencionados y la tercera de los Municipalizados, los ven porque «pelean y tiene una bola de hame-hame....haaa»; «porque hay personas que no tienen poderes».

En cuanto a Dora la exploradora les agrada porque «pregunta por la tele y yo le contesto»; «porque me gusta cuando canta».

De Los Simpson, escogida como tercera opción por los niños de los colegios Municipalizados, ellos señalan: «porque algunas veces dice no y me da risa y grita porque le duele algo»; «perdió la memoria y Bart rompió el árbol de navidad».

Finalmente, en cuanto a Scooby Doo, escogido como tercera opción por los niños de los colegios Municipalizados, les gusta: «por los fantasmas»; «Scooby Doo es más fuerte»; «porque pueden arrestar a un monstruo».

4. Impacto de los dibujos animados en el desarrollo cognitivo
       Si bien es cierto que los niños preescolares pasan muchas horas frente a la televisión, es evidente que el niño(a) no hace suyo todo lo que ve en la pantalla. Los programas de televisión le dan la oportunidad de explorar y conocer «realidades» que van más allá de las experiencias que les brinda el medio donde se desarrollan. Sobre la base de lo señalado, el estudio se orientó también a investigar el impacto de los dibujos animados en el desarrollo cognitivo de los menores preescolares. Para la obtención de la información se aplicó a los niños una entrevista individual compuesta por nueve preguntas dirigidas a sondear distintos aspectos que estarían influenciando el proceso perceptivo que realiza el niño(a) al captar los estímulos provenientes del dibujo animado, entre los cuales se encuentran: características propias del estímulo (color, tamaño, forma); atención, memoria, esquemas cognitivos, teoría de la mente y aprendizaje social que lleva a cabo el niño(a) preescolar.

Luego se aplicó una encuesta grupal que estuvo compuesta de tres preguntas. Ésta, al igual que la individual, tenía como finalidad recabar información sobre la injerencia del dibujo animado en el proceso perceptivo realizado por el niño(a), para lo cual las preguntas se centraron primordialmente en los aspectos relacionados con el Aprendizaje Social y la Teoría de la Mente. Puesto que el dibujo animado preferido, en general por los niños es BOB ESPONJA, la investigación se hizo sobre la base de este dibujo.

Los resultados obtenidos permiten aseverar que no se establecen diferencias notorias entre los distintos niveles socioeconómicos, lo cual hace pensar que el proceso perceptivo asociado a los estímulos audiovisuales no estaría determinado de manera importante por el estrato al que pertenecen los menores; sin embargo, es posible establecer diferencias cualitativas en algunos procesos cognitivos considerados dentro de este estudio.

El hecho de que los niños prefieran Bob Esponja porque «es divertido, entretenido, porque hace cosas graciosas», puede explicarse desde los esquemas mentales, ya que el dibujo animado, al ser divertido, rompe con los esquemas mentales que el niño(a) posee. Además, esto se explica por el hecho que los preescolares se centran en actividades concretas y en conductas que a ellos les parecen divertidas.

Respecto al proceso cognitivo de memoria, se obtiene ya que existen diferencias moderadas en la cantidad de eventos que recuerdan los preescolares de los distintos niveles socioeconómicos. Así, se observa que en el nivel alto los niños recuerdan en promedio más eventos que en el nivel medio. A su vez, estos últimos, recuerdan más eventos que en el nivel bajo. De esto se puede inferir que posiblemente existen diferencias en la estimulación entregada dependiendo del estrato al que pertenecen; así un niño(a) que ha adquirido una mayor estimulación contará con un mayor número de conocimientos y habilidades, lo cual le facilitará la recuperación de la información almacenada.

El hecho de recordar más de un evento puede asociarse con la función que ejercen los scrips o esquemas de sucesos, ya que éstos permiten almacenar información en forma de secuencia, interconectando diversos sucesos. Así, el recordar un evento de una secuencia, posibilita el recuerdo de los demás sucesos asociados a la misma.

Respecto del número de personajes que recuerdan, cabe destacar que ningún niño recuerda un solo personaje, lo que puede explicarse porque la información, además de ser almacenada, es organizada y recuperada en paquetes, donde un elemento va asociado a otro. De esta forma, los niños(as) reportaban no recordar ningún personaje, o mínimo nombraban dos.

En general, los niños no presentan dificultades para reconocer el género de los personajes, lo que estaría acorde con la etapa del desarrollo preescolar, en la que ya es posible realizar tareas de clasificación que permiten al niño(a) agrupar a los distintos personajes en la categoría hombre-mujeres.

El hecho de que la mayoría de los menores prefiera al personaje de Bob Esponja, puede deberse al mayor tiempo de exposición que éste tiene en el desarrollo de cada capítulo. Esto unido a que el dibujo se llame Bob Esponja, produce una activación más rápida del esquema, lo que puede llevar al niño(a) a elegirlo.

Mayoritariamente los niños responden que los personajes juegan en el día, de lo que se puede concluir que lo mencionan debido a que asocian esta actividad con lo que ellos realizan, es decir «jugar», como también porque estos esquemas estarían más accesibles, por lo que se activarían más fácilmente.

Lo mismo sucede en la relación de semejanza que establece el niño(a) entre lo que aparece en el dibujo y su vida, donde se observa nuevamente una tendencia a enfocarse en actividades vinculadas con el juego. El que los niños logren establecer esta relación se asocia con lo que se señala en los esquemas, que plantea que los niños a esta edad ya cuentan con la capacidad de codificar, almacenar, recordar y evaluar las conductas de los demás, en este caso, de los personajes que aparecen en Bob Esponja.

Lo que plantea Selman acerca de la etapa indiferenciada, respecto a que los niños en edad preescolar piensan que casi cualquier interacción agradable entre ellos los convierte en amigos, puede aclarar el porqué los niños responden mayormente que las relaciones entre los personajes de los dibujos animados corresponden a relaciones afectivas, específicamente a amigos. Entonces los preescolares interpretan las relaciones existentes entre los personajes dependiendo de los esquemas de rol que utilizan con mayor frecuencia.

En cuanto a los pensamientos atribuidos a otros, los niños asignan mayormente pensamientos sobre Actividad a los personajes: «piensa que quiere jugar con Patricio... pensaría contar chistes... en atrapar medusas», y en menor medida, a pensamiento sobre Ideas: «Bob piensa que Arenita está enojada...piensa en cosas estúpidas»; esto demuestra la existencia de la Teoría de la Mente en los niños; lo que implica atribuir estados mentales a otros y a partir de éstos, predecir sus conductas, la cual según Wellman, aparece a los tres o cuatro años. El que las respuestas apunten mayoritariamente a pensamientos centrados en la actividad y no en las ideas, puede deberse al hecho de que la teoría de la mente en los niños no esté suficientemente desarrollada.

5. Consideraciones finales
       A partir de la información obtenida, tanto de los padres como de los niños, es posible señalar que:

En cuanto a las diferentes características de los dibujos animados vistos por los menores, debemos señalar que en el caso de los niños, sus preferencias se encuentran entre aquellos que poseen más acción, aventura, misterio y una cuota de fantasía: así también influye en esta selección características como los colores más definidos y llamativos que presentan estos dibujos, lo cual puede influir en que sientan emociones y sensaciones más fuertes. En cambio las niñas tienden a ver dibujos animados con una cuota menor de agresividad, con sonidos y colores más suaves pero igualmente llamativos.

De las respuestas entregadas por los niños(as), podemos inferir que otro de los motivos por los cuales ellos afirman ver ciertos dibujos animados, es para conseguir la aprobación de sus padres, ya que al ver estos dibujos, podrán conversar y jugar con sus amigos(as), utilizando materiales o juegos que se relacionan con la temática de éstos.

En algunas de las entrevistas realizadas a los menores, encontramos que ellos están conscientes de las características de tipo violentas que tienen algunos dibujos animados, y que a pesar de que no existe aprobación de parte de los padres para que los vean, sin embargo señalan, con cierto temor, ver estos dibujos animados.

Consideramos importante mencionar que un porcentaje de los niños encuestados afirma ver Los Simpson (19%), esto nos llama la atención ya que éste es un programa catalogado para adultos, es decir, personas con un criterio formado, lo que les permite clasificar los mensajes que son entregados por este dibujo.

Sobre la base de los resultados obtenidos y considerando que los dibujos animados son parte importante de la cultura cotidiana de los niños, se observa la necesidad de incorporar los dibujos animados al aula como base para desarrollar y estimular nuevos aprendizajes y habilidades cognoscitivas, otorgando así pertinencia y significado al aprendizaje del párvulo, trabajo que se ha iniciado recientemente.

     
     
Referencias
     
     

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Carmen Lucía Domínguez Aguila es profesora titular de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción (Chile) ( ldomingu@udec.cl ).
Nieves Irma Schade Yankovic es profesora asociada del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Concepción (Chile) ( nschade@udec.cl ).