El ADN de una revista científica: los créditos

https://doi.org/10.3916/club-de-editores-022

En un mundo digital infinito, la identificación de una publicación científica, y por ende su visibilidad, es un factor clave para el conocimiento de la misma y especialmente para su reconocimiento.

adnHasta hace poco tiempo, salvo honradas excepciones, las personas, y también las cabeceras de revistas científicas, se movían en entornos locales, espacios de confort identificables y cercanos. Aun se contextualizan en estos espacios las revistas locales, e incluso regionales, que no tienen más aspiraciones que cubrir espacios de difusión en ambientes próximos. Nada que objetar a este tipo de publicaciones que, sin duda, también son necesarias, siempre que sus objetivos sean más bien profesionales y divulgativos de experiencias e investigaciones contextualizadas.

En cambio, las revistas científicas, por propia natura, son universales o cuando menos internacionales porque, para ellas, no existen fronteras políticas, geográficas, ni incluso lingüísticas (siendo el inglés la lengua franca).

En este contexto internacional la identificación de las revistas (su ID) es como el ADN que las identifica y singulariza. Hasta hace poco eran los códigos ISSN los que reconocían estas publicaciones, otorgados por Agencias Nacionales, pero con valor internacional. Pocos después han sido los propios dominios webs, los blogs o los portales de gestión de manuscritos (en software abierto, los OJS; y licenciados, los Central Manuscript). Hoy también contamos con los prefijos DOIs como elementos identificadores de una revista científica.

idPor supuesto, no hay que olvidar, el elemento más singular de una revista: su propio nombre. Hace poco tiempo, haciendo una indagación sobre una revista que se denomina “Universitas” (nombre latino), descubrimos sorprendentemente que había 11 cabeceras con el mismo título en países diversos, lo que denota que cuando se trabajaba en clave local no se pensaba en las interferencias globales de otros contextos que ahora saltan en la nube global, con evidentes dificultades de resolución. Incluso nombres tan singulares aparentemente para una cabecera de revista como “Chasqui” (del quechua, lengua en Los Andes), existen dos revistas que por mucho tiempo confundieron a lectores, autores y citantes, siendo ambas revistas muy diferentes en temáticas, editores y lugar de publicación (Ecuador y EEUU).

En suma, es muy importante para una revista, ya sea digital o impresa (o ambas), que sus créditos identificados estén desde el inicio en la portada de la revista, indicándose claramente sus ISSN (impreso y digital), las fortalezas, especialmente las indexaciones activas, el staff directivo y sus consejos científicos y de revisores, los consorcios con otras revistas, los patrocinios y apoyos, además de las clásicas secciones de número actual, históricos, archivos… Es obviamente muy importante dar datos de la publicación que guíen a lectores y autores: criterios de calidad de los números: tasa de aceptación, rechazo, número de revisores, número de indizaciones y tasa de internacionalización… así como acceso a información de los próximos números, mapa web en lenguaje Google (Dublin Core) y mancheta con datos técnicos: años de publicación, artículos publicados, bases, países…