El reloj: la puntualidad y regularidad como máxima norma

https://doi.org/10.3916/club-de-editores-001

La puntualidad y regularidad en la gestión editorial de cualquier publicación científica que se precie de serlo y de ganarse un respeto entre la comunidad académica es y debe de ser uno de sus criterios de calidad.

La periodicidad de la publicación (trimestral, cuatrimestral, semestral o incluso anual) garantiza un eficiente flujo de manuscritos y la seriedad con la que se marquen los plazos del proceso dará buena cuenta del tipo de publicación del que se trata. Rigurosamente explícitas en la normativa de la publicación, será fundamental que el autor pueda seguir con puntualidad las diferentes partes del proceso:

  1. Fase previa de estimación o desestimación de manuscritos, estableciendo un máximo para que el autor sepa a que se atiene y pueda valorar si le interesa o no enviar su investigación.
  2. Fase de evaluación de manuscritos para rechazo o aceptación, marcando nuevamente un periodo temporal, que no sea excesivo y que respete los plazos fijados por la propia revista que tendrá en cuenta, además, el tiempo necesario para que sus revisores puedan evaluar correctamente los manuscritos.
  3. Edición de los textos en preprint en español e inglés, también conocer el cronograma en esta fase es fundamental ya que el preprint es la primera evidencia fehaciente de que el autor tiene una nueva publicación.
  4. Publicación del número online y/o impreso, esta será la última fecha .

Es decir, cada paso del proceso debe de estar meticulosamente establecido por el equipo editorial, quien debe velar por establecerlo y, lo más importante, por cumplirlo con una puntualidad inquebrantable.

Parte de esta puntualidad y regularidad del proceso implica, también, una comunicación continua y fluida con los autores, que conocen  en todo momento en qué punto del proceso se encuentra su manuscrito.

Cada publicación debe de marcar sus tiempos teniendo en cuenta sus recursos, sus posibilidades y, sobretodo, el prestigio que quiere granjease entre la comunidad científica y que pasa, inexcusablemente por tener la puntualidad y la regularidad del proceso como máximas normas.