Las normas de protocolo dictan una serie de pautas para presentar a una persona. Pero, qué significa presentar. La Real Academia Española define presentar como “Hacer manifestación de algo, ponerlo en la presencia de alguien” y “Dar a conocer al público a alguien o algo”. De ahí que en el caso que nos ocupa, la carta de presentación para una publicación en una revista, el protocolo sea introducir y dar a conocer el trabajo que se somete a la consideración del editor o editores.

Cada revista tiene su normativa y características propias. Por ello, entre las rutinas necesarias para la aceptación de un trabajo, debe conocerse a fondo las cuestiones formales de la publicación que hemos seleccionado. Ello va a permitir que nuestra carta de presentación, cover letter, sea acorde con sus requerimientos.  

Para su redacción hemos de plantear evidencias del interés del artículo que se envía. Esto es, convencer en cuanto a la originalidad, la calidad, la aportación que implica y su posible repercusión en el campo que acota la revista.

La composición de la carta de presentación dependerá, en última instancia, de las normas de publicación o de envío que la revista establezca. Algunas estipulan indicaciones o requisitos para su elaboración.

Lo primordial, como cualquier carta, es que esta se dirija al editor o editores por su nombre, lleve la fecha en la que se envía y el nombre de la revista a la que se dirige.

El cuerpo de la carta debe contener la información más detallada y convincente que pueda elaborarse, para anticipar al editor o editores que recepcionan el trabajo, las bondades del mismo. Este requisito suele servir al equipo editorial para hacer una primera estimación del interés y adecuación del artículo al campo temático de la revista. También da idea del rigor del autor o autores que lo subscriben en cuanto que conocen la normativa y los estándares de una publicación científica. Finalmente implica un compromiso por parte de estos a la hora de exponer la relevancia y oportunidad del manuscrito como aportación significativa al conocimiento.

En la carta de presentación debe quedar claro:

  • El título del manuscrito y el tipo, dependiendo de la tipología que acepte la revista seleccionada.
  • La justificación y objeto de la investigación que se presenta.
  • La aportación que implica el estudio y/o los principales hallazgos.
  • El interés del estudio de cara a su difusión entre la comunidad científica y potenciales lectores.

En relación con el impacto de los trabajos, muchas revistas valoran este aspecto bastante a la hora de decidir la aceptación de un manuscrito. Por ello es importante comprobar cuáles son las políticas de calidad, impacto y visibilidad de la publicación y establecer en el texto de la carta en qué medida se contribuiría con el artículo a ello.

La carta debe incluir los nombres de quienes son autores del manuscrito y sus roles.

Y, finalmente, tratándose de la presentación de un texto científico, nuestra carta debe cumplir con los parámetros de corrección idiomática y estilística que anticipan la buena redacción del manuscrito en cuestión.

cartapres

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