[Editor decision]: el asunto de correo que más atemoriza a los autores en el ámbito científico, y que en muchas ocasiones genera grandes inquietudes. ¿Qué hacemos si recibimos una resolución negativa por parte del Consejo Editorial de una revista?

En primer lugar y, previo al envío de nuestro manuscrito, debemos tener presentes las dos fases que forman parte de una decisión negativa: 1) Estimación sin evaluación; 2) Decisión final tras revisión. El flujo de gestión de manuscritos definido por los Consejos Editoriales conllevan procedimientos que agilizan la (pre)evaluación de los trabajos. Modelos sujetos a elevadas tasas de recepción, por medio de los cuales el equipo pretende analizar bajo estándares de calidad y rigurosidad técnico-científica las propuestas de los autores.

Auto-gestión del rechazo: Reject desk

La alerta que despertara esa ‘Editor decision’ en nuestra bandeja de correo cobra realidad: “Sentimos informarle que…” (I regret to inform you that…). La habitación se oscurece y continuamos leyendo. ¿Qué circunstancias implican el rechazo sin evaluación de nuestro manuscrito? ¿Cómo he de gestionar esta decisión? ¿He de escribir inmediatamente al Consejo Editorial para reclamar su desacertado dictamen? ¿Enviar el trabajo a otra revista tal y como está? ¿O deberíamos, quizá, analizar las razones que pueden haber comprometido esta decisión?

Para decidir una estrategia, es importante evaluar los motivos que hay detrás del rechazo, siempre acogiéndose a la seriedad y ética para autores. Cuando recibimos un informe de revisión por pares ciegos, la extracción crítica, la planificación y la mejora del manuscrito son actuaciones en consecuencia. Sin embargo, cuando un artículo ha sido rechazado por el equipo editorial sin exhaustiva evaluación por parte de su plantilla de revisores especializados, debemos analizar con detenimiento los posibles motivos.

Primera razón: aspectos formales y enfoque

La razón por la que se alude al estudio de los requisitos normativos de una revista se debe principalmente a las cuantiosas ocasiones en las que se desestima un manuscrito por no cumplir con los aspectos formales. Desde la estructura planteada (ya sea empírica o teórica), hasta la extensión mínimo-máxima, el formato de los resúmenes, el modelo de referencias… muchos trabajos quedan postergados por no adaptarse al lenguaje de la publicación. Y es que, efectivamente, de la estructura vernácula trata esta cuestión. 

Es fundamental que un autor no solo lea la normativa, sino la revista, sus artículos, su enfoque. Estas publicaciones cuentan con una sección de enfoque/temática (scope) que contempla la adecuación del estudio a los intereses editoriales y al área científica. ¿Te has propuesto someter a evaluación un estudio sobre machine learning para la optimización de las reacciones químicas en una revista científica sobre museología? Posiblemente te aventures a pronosticar la resolución editorial pero, lamentable y sorprendentemente, esta práctica es común. En incontables ocasiones los autores omiten esta (esencial) información, tropezando con un reject desk.

Segunda razón: enfoque metodológico y resultados

A menudo, los Editores desestiman el manuscrito porque el planteamiento de análisis no es lo suficientemente riguroso, explícito y argumentado, o porque los resultados son escasamente significativos o representativos. Esto implica que el alcance del trabajo no se adecúa a los estándares y capacidad internacional en el campo de investigación de la revista. Es de suma trascendencia que evalúes el manuscrito desde esta perspectiva. 

Comprueba cuáles son los objetivos o preguntas de investigación, y contrasta que su alcance sea valioso para la audiencia a la que se dirige la publicación (sus lectores). Como último ejercicio, trata de identificar y analizar la exposición de un manuscrito de propuesta similar. ¿Consideras tu análisis metodológico y tus hallazgos son de relevancia para su comunidad científica?

Tercera razón: innovación y originalidad

Tal vez el manuscrito cumpla con todas las expectativas comentadas previamente: se ajusta al scope, satisface todos los requisitos formales, y el planteamiento metodológico y los hallazgos son potencialmente considerables. Ahora, pregúntate: ¿Y su originalidad? Para estos casos debemos remitirnos a las últimas publicaciones en el campo de estudio. ¿Qué se está publicando en el área? ¿Y en esta revista? ¿Qué temáticas se plantean en los próximos call for papers? ¿Sería de interés para los lectores publicar mañana el hallazgo de la penicilina? Si su combinación con un nuevo fármaco contuviera la erradicación de la pandemia que nos atañe, ¿Qué respuestas obtendremos? En efecto, debemos atender a la calidad innovadora y al impacto del estudio sobre la sociedad. Tengamos presente siempre que obramos en el campo de la ciencia, del saber.

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