El uso de Internet de los niños y las niñas a edades cada vez más tempranas constituye un reto para las familias, las escuelas y la política educativa y social en la actualidad. Se presenta una investigación cualitativa cuyo objetivo es analizar las creencias, prácticas cotidianas y dificultades que afrontan los padres y las madres cuando tratan de enseñar a sus hijos e hijas los beneficios y riesgos de Internet. Se ha utilizado la técnica de los grupos de discusión con cuatro grupos de madres y padres de alumnado de Educación Primaria de cuatro centros educativos. Los resultados indican que comparten una concepción más pesimista que optimista sobre el uso de Internet a estas edades y que perciben diversas dificultades cuando tratan de promover su uso responsable. Se identifican diversas estrategias de mediación parental de control: establecimiento de normas, organización espaciotemporal de límites y supervisión (presencial directa, consensuada, no consensuada y técnica) y de apoyo (modelado parental, entre hermanos y diversas estrategias instructivas, de estimulación y comunicación familiar) que, a excepción de la supervisión técnica, habitualmente utilizan para educarles o controlar su comportamiento en otras áreas formando parte de su estilo general de parentalidad. Las conclusiones apuntan la necesidad de desarrollar la competencia parental digital y algunas implicaciones para la intervención educativa como promover la colaboración entre la familiaescuela.
The use of the Internet by children at an increasingly early age today constitutes a major challenge for families and schools, as well as affecting educational and social policy. This is a qualitative piece of research that analyzes parents’ beliefs, everyday practices and the difficulties they face in teaching their children the benefits and risks inherent in Internet use. The researchers used the discussion group technique, with four groups of parents of primary school children from four different schools. The results indicate that they share a pessimistic rather than an optimistic attitude towards Internet use among children in this age group, and perceive a number of difficulties when trying to foster children's responsible use of Internet. A wide range of parental control and mediation strategies were identified (laying down rules, organization of time and space for Internet use, limits and supervision (direct, agreedupon, non agreedupon and technical), along with various support strategies (parent and sibling modeling, diverse teaching strategies for stimulation and family communication) which, with the exception of technical supervision, they often use to educate their children and control their behavior in other areas, and which form part of their general parenting style. The conclusions point to the need to develop digital competence among parents, and there is some justification for educational intervention such as in promoting collaboration between families and schools.
Uno de los retos actuales de las familias, las escuelas y la política educativa y social es incrementar los beneficios y evitar los riesgos del uso de Internet en la infancia y en la adolescencia. Según
Desde el ámbito familiar, el uso que hacen los hijos y las hijas de los medios tecnológicos es uno de los temas que más preocupa a los padres y las madres en la actualidad (
Se pueden diferenciar dos enfoques complementarios en la investigación sobre la mediación parental del uso de Internet en la infancia (
El segundo enfoque de la investigación sobre la mediación parental se centra en el estudio de las prácticas de socialización que contribuyen a la formación de creencias, valores y etno-teorías de los progenitores que repercuten en el consumo mediático infantil y, en última instancia, en la alfabetización mediática (
La mayoría de las investigaciones realizadas en España sobre la mediación parental del uso de Internet de los menores (
El objeto de esta investigación es analizar las creencias y prácticas cotidianas que utilizan las madres y los padres en nuestro contexto más cercano para promover el uso responsable de sus hijos e hijas de Internet. Los objetivos concretos son: 1) Analizar las creencias parentales acerca del uso de Internet de alumnado en Primaria; 2) Identificar las estrategias de mediación parental que utilizan; 3) Reconocer las dificultades que perciben para enseñarles el uso responsable de Internet y evitar sus riesgos. La finalidad última de la investigación es detectar necesidades de formación parental y extraer implicaciones prácticas para la intervención educativa dirigida a las familias.
Se presenta una investigación cualitativa en la que se ha empleado la técnica de los grupos de discusión con el objeto de realizar un análisis en profundidad de las creencias, prácticas cotidianas y principales dificultades que afrontan los padres y las madres cuando tratan de enseñar a sus hijos e hijas el uso responsable de Internet. Con este estudio no se pretende generalizar los resultados sino responder a una necesidad percibida por parte de los centros y las familias de información, formación u orientación sobre la mediación parental del uso de la Red del alumnado en Educación Primaria.
La selección de los centros fue intencional y se centró en características específicas tales como: familias con menores que cursan tercero y sexto de Primaria de centros concertados y públicos, sensibilizadas con el uso de Internet de sus hijos e hijas, familias rurales y urbanas, familias inmigrantes y autóctonas. Los progenitores participaron voluntariamente en cuatro grupos (NG1=10, NG2=8, NG3=15 y NG4=11), un total de 44 (37 madres y 7 padres), de alumnado de tercero (8-9 años) y sexto (12-13 años) de Educación Primaria de cuatro centros educativos guipuzcoanos (dos públicos y dos concertados). En los dos centros públicos la diversidad sociocultural de las familias del alumnado es mayor que en los concertados y, respecto al tamaño, tres de ellos son laicos y ofertan dos líneas por curso mientras que uno de los concertados tiene cuatro y otro es religioso; el contexto de dos centros es rural y de los otros dos urbano.
Con respecto al procedimiento, se solicitó la colaboración de las familias a través de las Direcciones y Asociaciones de Padres de los centros en un debate sobre su papel ante el consumo mediático infantil de diversas pantallas. Las preguntas planteadas fueron: 1) ¿Qué aspectos positivos y negativos creéis que tiene el consumo mediático a estas edades?; 2) ¿Cómo soléis actuar ante el consumo mediático de vuestros hijos/as?; 3) ¿Qué dificultades destacaríais?
No obstante, en este trabajo solo se recoge la información relacionada con las creencias y prácticas de mediación parental del uso de Internet por parte de sus hijos. Para la clasificación, análisis y síntesis de la información obtenida se ha utilizado el programa NVivo 10.
Los progenitores mencionan tanto concepciones positivas como negativas sobre el uso de Internet en estas edades pero el porcentaje de las negativas (70,55% referencias) es más del doble que el de las positivas (29,45%). Entre las concepciones parentales negativas, la principal preocupación es el uso inadecuado que puedan hacer de Internet (30,13%), en concreto, que accedan a contenidos violentos (en menor medida a contenidos pornográficos, estereotipados o sobre drogas), que no tengan la madurez suficiente a la edad en la que acceden: «Una preocupación es que la chavala mía con 9 años se relaciona con chavales de 11 o 13 años, entonces tiene acceso a un mundo que para ella es la leche, porque la mía lleva pidiéndome una tablet para jugar en línea con no sé quién, no sé qué de guerras, quieren acceder a ese mundo y todavía se les escapa absolutamente»; que la cantidad de tiempo que invierten sea excesiva y que el lugar y momento de acceso sea inadecuado: «En las Navidades me sorprendía que había un montón de niños que enviaban WhatsApp hasta las doce o una de la madrugada».
Una segunda preocupación son las consecuencias negativas del uso de Internet (20,87%), destacando las sociales: dificultades en la comunicación («La gente se comunica peor»), los malentendidos, problemas en las relaciones con los demás, pérdida de la comunicación directa presencial («No hay conversación», «Hemos perdido el relacionarnos, la comunicación del día a día»), menos oportunidades de «aprender a jugar juntos» frente a «jugar con las máquinas», tendencia más individualista e individualizada y las psicológicas: aislamiento («No escuchan»), dependencia, no conversar, escasa capacidad de frustración, pérdida de la imaginación, aburrimiento si no están conectados («No saben jugar» ni «divertirse»), los malentendidos, el bullying, la pérdida de la privacidad, consumo pornográfico («sexting»), frustraciones, preocupación por los estereotipos y carencia de modelos reales y positivos en Internet, que les etiqueten si no se conectan a las redes sociales de moda, seguidas por las consecuencias académicas: «No saben escribir», faltas de ortografía, falta de atención, búsqueda excesiva de la inmediatez y falta de reflexión, disminución del esfuerzo y la perseverancia ante contenidos difíciles (ejemplo: matemáticas) y las consecuencias físicas (vida más sedentaria y disminución de juegos físicos o actividades deportivas).
Otras preocupaciones parentales son que les genera incertidumbre (17,59%) («Ahora mismo no sé cómo lo usan, ya están haciendo grupos en cuantos más grupos estén mejor; ya no es cómo lo use él sino lo que va recibiendo»), la percepción de incontrolabilidad (14,76%) («Creo que el problema es ese, tú les das el teléfono pero con la conexión a Internet le das una libertad que ya no puedes controlarla tú… lo que hacen ya se te escapa») y los riesgos que perciben (16,65%) tales como la pérdida de la privacidad («A nosotros nos preocupa mucho el tema de las fotos, los vídeos cuando se graban entre ellos, cómo los utilizan porque utilizan Instagram, Twitter, Facebook, utilizan todo; está muy de moda en chavalas de 13-14 años sacarse la típica foto en topless –selfies– y rularla por todos los grupos de WhatsApp»), la dependencia («Tienen un poco yo creo de vicio, llega el fin de semana se levantan antes y tenemos que decirles que hasta las diez de la mañana no se puede»), los conflictos interpersonales («Los malos malentendidos por el WhatsApp no estás viendo la cara a esa persona; no se dan cuenta, se creen que están haciendo la gracia; han estado trabajando el tema del bullying, ‘a mí no me llames así’») o incluso que se cometan delitos en la Red: «En el colegio, empezó como un tema de fotos, luego hubo más problemas, que si bullying o no bullying».
Por otro lado, también manifiestan concepciones positivas sobre el uso de Internet a estas edades, destacando las posibilidades que ofrece para favorecer el desarrollo infantil (25,19%) en áreas como habilidad digital, autogestión, integración social, autonomía, actitud crítica, responsabilidad, desarrollo cerebral u orientación espacial. También mencionan otros aspectos positivos como el acceso a la información (22,4%), su utilidad para aprender y/o educar (15,22%), para la supervisión parental (14,52%) y, en menor grado, las posibilidades de comunicación y socialización que brinda (9,95%), el ocio (9,9%) y cierta veneración tecnológica (2,82%): «Positivo tiene un mundo, acceso a la información, saber cómo usarlo, charlas sobre drogas; a veces te sorprende, ha visto en Internet el cerebro, elevar su capacidad crítica, buscar información; en Internet tiene todas las opiniones del blanco al negro, que decida».
También reconocen que Internet es una fuente de información para los adultos y de gran utilidad para luego enseñar a sus hijos/as: «Te informas y es más fácil sentarte a hablar con ellos, la vida sexual, etc.; hay veces que dicen ‘papá esto qué es’; por la mañana me meto en el ordenador indago un poco y luego le digo ‘lo que me preguntabas ayer…’ y le respondo», y destacan el apoyo de grupos de progenitores que intercambian información vía online.
Reconocen que utilizan diversas estrategias para mediar el uso de Internet de sus hijos/as, un 53,54% de las referencias son de tipo restrictivo o de control y un 46,46% son de tipo instructivo o de apoyo.
Las estrategias parentales restrictivas comprenden prácticas cotidianas de regulación y control del uso de Internet de sus hijos/as. Ante comportamientos inadecuados afirman utilizar el castigo como medida (ejemplo: retirar el móvil) y consideran que es importante ser coherentes, razonar y aplicar las consecuencias negativas que se derivan del mismo.
En general, el tipo y la cantidad de restricciones que establecen las familias sobre el uso de Internet difiere si se refiere al uso entre semana o durante los fines de semana, les suelen dar más libertad durante los fines de semana y según van creciendo. Se han identificado las siguientes estrategias de control (
Cabe destacar que algunas madres se manifestaron abiertamente contrarias a la práctica de la supervisión no consensuada porque creían que puede coartar la propia intimidad: «Yo no tengo nada que esconder, pero sí me molesta que me miren mis conversaciones, a mí sí, mis conversaciones son mías, no me apetece que ni mi hija ni que nadie me las lea».
También se han identificado prácticas de mediación parental de apoyo (
La selección o combinación de las estrategias de mediación parental depende de las características de sus hijos/as como la edad o la madurez percibida: «Tengo un hijo mayor y quiero pensar que por la educación que ha recibido no hace falta controlar tanto; se autogestiona muy bien; el menor, para autogestionarse, si lo supiera, patentaría el método, vamos a tener que batallar más, es más inconsciente».
También se ha encontrado que algunos progenitores muestran una tendencia de mediación reactiva más que proactiva (centrada en la planificación previa) que la manifiestan tanto cuando instruyen («El mío por ejemplo va preguntando y le vas explicando») como cuando restringen: «Vi cómo ella le contestaba a otra persona con su verdadero nombre ‘¡tú qué eres tonta! te estoy avisando que no hagas eso, pues ¡hala!, retirado tres meses’ y se lo volví a quitar».
Cuando los padres tratan de ayudar a sus hijos/as a utilizar Internet de forma responsable perciben las siguientes dificultades:
1) Bajo nivel de conocimiento del uso de Internet y que sus hijos/as tienen mayor conocimiento que ellos: «No sé cómo hacerlo, sabe mucho más mi hijo que yo»; «En mi casa la que sé algo de ordenador soy yo, lo he aprendido yo, muy básico, pero me arreglo».
2) Dificultades para controlar el uso que realizan sus hijos/as de Internet: «A veces no sabes qué hacer, yo no sé qué hacer; retirárselo. Pero da igual, va y lo hace con la tablet».
3) Dificultades para negociar y que acepten las normas a determinadas edades: «Normas hay en todo en la vida, otra cosa es que las puedas o no negociar, o utilizar tu posición de poder y a determinadas edades no sean aceptadas».
4) Inseguridad sobre cómo enseñarles a vivir sin depender de la tecnología: «Lo negativo somos los padres porque creemos que ‘ya les han enseñado’, damos por hecho muchas cosas, somos nosotros los que tenemos que ser pesados en recalcar. Enseñar también lo bueno y lo malo. En el colegio hemos visto que de repente los niños van solos, se les da un móvil para localizarlos y nos hemos olvidado que nuestros padres tenían más control. El padre ha puesto el seguimiento en el móvil para saber dónde está, pero si le roban el móvil…».
5) Dificultades para controlar el acceso a la Red en otros espacios: «Es como poner puertas al campo (ponerle normas); estoy intentando que comprendan cuáles son los contenidos que pueden ver o no. La pequeña de 11 la puedo controlar algo pero a las mayores les he puesto normas, quitarles Internet, pero al final se enganchan con una red de la calle».
6) Dificultades para planificar la enseñanza del uso responsable de Internet: «Respondiendo a la pregunta que has hecho, la planificación. Creo que eso es muy difícil porque tú puedes tener una idea, pero luego tu hijo se va a casa de un amigo que tiene un hermanito mayor y yo tenía planificado que no lo tuviera hasta los 15, pero ya ha tenido acceso; una cosa es la idea que tú tengas en mente y otra que tienen acceso».
7) Nuevas demandas y dificultades en las relaciones familia-escuela aunque destacan la importancia del papel de la escuela en el desarrollo de la competencia digital del alumnado: «Somos muy afortunados con este colegio porque tratan muy bien estos temas, tienen sus charlas; porque nuestros hijos saben lo que está pasando en el mundo real». Una madre participante, profesora en el centro reconoció que el profesorado a veces se siente abrumado con las dificultades planteadas por los progenitores para controlar el uso de Internet a estas edades: «Soy la tutora de un grupo de 3º de Primaria, los padres vienen a mí para que les solucione; yo no les he dado ese dispositivo pero debo solucionarles los problemas que les surgen el fin de semana. ¿Me corresponde entrar en estas cuestiones de algo que les habéis comprado? Entonces rebota hacia mí (WhatsApp…). ¿Tienen normas? Un sábado a las seis de la tarde y ¿debes solucionarlo?, ¿qué hago yo con esto?».
El análisis de las creencias parentales sobre el uso de Internet de sus hijos e hijas en primaria revela que los padres y las madres comparten una concepción más pesimista que optimista, lo que confirma que es un área que les preocupa tal y como se ha encontrado en otros trabajos y contextos culturales (
Una aportación de este trabajo es recoger, constatar y difundir las principales inquietudes y prácticas de mediación que utilizan las familias cuando tratan de adaptarse progresivamente al uso de Internet de sus hijos/as a estas edades. Se han identificado diversas estrategias parentales de apoyo y de control que utilizan para enseñar los beneficios y riesgos de Internet aunque su selección y combinación depende de algunas de sus características como la edad o la madurez percibida, ya apuntadas en otros trabajos (
En general, la mediación parental del uso de Internet tiende a ser más negativa que positiva como lo demuestra la cantidad de consejos, normas y prohibiciones sobre lo que los niños y las niñas «no tienen» que hacer en la Red en comparación con lo que «tienen» que hacer para beneficiarse del uso de Internet que podría estar relacionado con un bajo nivel de conocimiento y experiencia en Internet de los progenitores.
También se ha encontrado que la mediación parental es más reactiva que proactiva, que constituye más una reacción que una respuesta planificada de antemano para educar a sus hijos/as en el uso de Internet, como se ha apuntado en otros trabajos (
Cuando los padres y las madres tratan de ayudar a sus hijos/as a utilizar Internet perciben dificultades como la escasa experiencia y/o habilidad en el uso de la Red. Aunque en algunos trabajos (
Además perciben otras dificultades para negociar las normas, inseguridad sobre cómo enseñarles a vivir sin depender de la tecnología, para controlar el acceso en otros espacios fuera del hogar y para planificar anticipadamente la enseñanza del uso responsable de Internet. Y, por último, les preocupa el papel de las escuelas en la mediación del uso de Internet del alumnado en primaria. En otros trabajos se ha apuntado la escasa comunicación entre las escuelas y las familias sobre cuestiones relativas al uso de la tecnología y que las familias demandan encarecidamente asesoramiento sobre cómo fomentar la seguridad infantil en la Red (
Los resultados sobre las creencias, prácticas y dificultades parentales identificadas en este trabajo permiten constatar la necesidad de desarrollar la competencia parental digital y reconocer necesidades específicas de formación parental en tres áreas: 1) Favorecer el desarrollo de la propia competencia digital de los progenitores; 2) Fomentar las competencias parentales para mediar el uso de Internet de sus hijos/as reforzando áreas tales como: organización de tiempos y espacios, enseñanza de riesgos y beneficios, planificación para la prevención, fortalecimiento de la autoridad parental, combinación del apoyo (estimulación, comunicación, modelado) y del control (normas y límites, supervisión, negociación), educación en valores de respeto, igualdad, responsabilidad, pensamiento crítico y autonomía, entre otras; 3) Promover la colaboración familia-escuela para fomentar la competencia digital del alumnado.
De todo ello se pueden extraer algunas implicaciones para la intervención educativa dirigida a las familias y escuelas en nuestro contexto cercano. La primera sería la necesidad de elaborar un protocolo de actuación conjunta familia-escuela sobre el uso de Internet en la Educación Primaria fruto del consenso entre toda la comunidad educativa (equipo directivo, profesorado, alumnado y familias). La segunda tiene que ver directamente con los programas para el desarrollo de la parentalidad positiva que, según estos resultados, deberían integrar explícitamente la mejora de la competencia parental digital. Y la tercera es que desde la política educativa se debería reconocer la preocupación de las familias por el uso de Internet en el alumnado de primaria y ofrecer nuevos recursos de formación parental combinando diversas metodologías como el formato presencial en grupo, cursos online y MOOC (Cursos en línea masivos y abiertos). No obstante, hay que recordar que el trabajo presenta limitaciones y no se pueden generalizar los resultados de esta investigación.
Por último, con respecto a futuras líneas de investigación, siguiendo las recomendaciones de la «Estrategia Europea en favor de una Internet más adecuada para los niños/as» (https://goo.gl/Z7btvQ), se han desarrollado diversidad de cursos y programas como «Red.es» (https://goo.gl/E4NMbk), «Pantallas Amigas» (https://goo.gl/rG3hK), «Fundación Alia2» (https://goo.gl/RQc4), «Fundación ANAR» (https://goo.gl/CXC4y) o «Padres 2.0 ONG» (https://goo.gl/MWEYwx); no obstante, como señalan diversos trabajos (
Esta investigación se ha realizado dentro del Proyecto «Consumo mediático infantil, nivel atencional y valores percibidos» [EHU 13/65] y por el Grupo de Investigación «Socialización de género y contextos educativos» [GIU 15/14], subvencionados por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). La tercera autora, Eider Oregui, cuenta con un Contrato Predoctoral [BES-2015-071923], financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad (Gobierno de España) y el Fondo Social Europeo.